Sissy Bermúdez, respetada diseñadora dominicana es una abanderada de los recursos naturales y así ha quedado expresado durante años
La naturaleza será siempre una fuente de inspiración para los humanos y en especial para aquellos con dotes específicos que les permiten interpretar sus diferentes variantes cargadas de especies, flora y múltiples colores.
La moda con su poder enriquecedor y su influencia especialmente en la mujer no escapa a esa realidad, despertando la musa de los diseñadores que desde ópticas diferentes y creatividad se constituyen en fieles exponentes.
Sissy Bermúdez, respetada diseñadora dominicana es una abanderada de los recursos naturales y así ha quedado expresado durante años de trabajo usando colores encendidos y tenues. Así como infinidades de materiales que brotan de sus entrañas.
Sissy en esta ocasión fija sus ojos en las Trinitarias, uno de los arbustos ornamentales rico en color y en expresión visual. Esa mirada se detiene en los balcones de la Zona Colonial engalanados con despliegue de brotes de diversas tonalidades que compiten entre sí su belleza natural.
Entra en el juego de colores prefiriendo: el blanco como fuente de luz de la cual parten, los demás integrante de esa diversificada paleta.
En ese sentido, radica su colección Primavera- Verano 2007 en la que incluye prendas de vestir en texturas frescas, diversos estilos y realzadas con elementos bien definidos.
En la línea de ropa presenta prendas en corte imperio con largos a medio muslo, en los cuales se resaltan las mangas y faldas aglobadas, los vuelos, frunces y pliegues.
El pantalón tipo cigarillo o pitillo largos hasta el piso o capri así como los micro vestidos, imitando al babydoll forman parte de la propuesta.
Los encajes, piedras, corazones hechos en cuerno, piedras, llaves, hueso, flores, cruces, lazos, hebillas, cadenas, cristales, ámbar y perlas constituyen una cantera de elementos colocados estratégicamente en cada una de las piezas.
Las prendas de vestir son realzadas con pulseras colocadas en grandes cantidades en una sola mano, como marca la tendencia, llamativos cinturones en la cintura y bajo del busto, broches, carteras y grandes bolsos.
Los collares estilo gargantilla para la noche y largos infinitos para el día también engalanan la colección donde aparecen colores como el verde, naranja, fucsia, amarillo, plata, oro y el blanco.
Todos esos tonos aparecen mezclados en una combinación muy bien seleccionada como para no dejar desperdicios.
En el desfile se exhibieron carteras tanto de mano como agarradas a mitad del brazo una más originales que otras, desde pequeñitos hasta grandes bolsos. Estos elegantes y prácticos complementos del vestuario son elaborados en telas, pieles lisas y estampadas en los tonos de la estación.