En el Centro Materno Infantil de Villa Mella en ocasiones los médicos hacen los partos y cesáreas alumbrados con la luz de una vela, pues la planta eléctrica es tan vieja que se apaga y prende cuando quiere.
En ese centro murió hace hoy 15 días Verónica del Carmen Hernández, una joven de 22 años que sufrió una hemorragia después de dar a luz.
La verdad es que ella se desangró porque la sangre nunca llegó, dijo a HOY una fuente del centro sanitario.
Mire periodista, lo que pasa es que la fiebre no está en la sábana, pregunte dónde está el banco de sangre para asistir a una mujer que se desangra, dijo un médico.
En efecto, allí no hay banco de sangre, y según los médicos, no han recibido la subvención, de RD$300,000, correspondiente a agosto.
Este es un hospital de segundo nivel que no tiene un área para que los médicos de servicio descansen después de salir de cirugía.
Tras la muerte de Verónica Salud Pública canceló a dos médicas, suspendió a otras dos y destituyó al director por no haber evitado el deceso de esa madre.
El presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD) en el Distrito Nacional, Santo Ramírez, demandó del Ministerio de Salud hacer una investigación sin prejuicio y apegada a las leyes para cancelar a los médicos que supuestamente son responsables de la defunción de la joven.
Precariedades
La planta eléctrica es más vieja que Matusalén, dijo un empleado al destacar que por eso es que se daña tanto.
El hospital luce hacinado, sucio y sobrepoblado de haitianos y dominicanos pobres que buscan servicios sanitarios.
Aguas negras en el área del aparato que hace las veces de planta eléctrica, motores, papeles en el suelo, gente que se aglomera en espera de un turno y escaleras rotas son solo algunas deficiencias.
Las cifras. Este centro, aunque la gente recibe atención con altos niveles de hacinamiento, atendió de enero a junio del 2010, entre 26,951 y 32,208 emergencias.