¡En huelga… pero con Barthes!

¡En huelga… pero con Barthes!

El paro de los profesores de la UASD anunciado desde el lunes 16 y hasta el jueves 19 fue un éxito, si el asunto consistía en suspender la docencia. Una semana que habría que reponerse en los días posteriores, pues hay que salvar el semestre pese a cualquier circunstancia. Había anunciado anteriormente que Barthes estaría en la UASD ese jueves 19 de noviembre a las seis de la tarde, como habían programado sus organizadores: la Escuela de Historia y Crítica de Arte. La suspensión no fue asumida por Barthes -o quienes lo representarían- y la actividad se desarrolló con gran éxito y asistencia.

Roland Barthes nació el 12 de noviembre de 1915, y por motivo de los cien años de su nacimiento se programó este encuentro en la biblioteca Pedro Mir con un coloquio-homenaje a Roland Barthes, a su vida y obra, a su pensamiento, a su labor y a su grandes aportes. Murió en 1980, pero continúa vivo a través de su valiosa obra y de los que conocen, reconocen y le valoran. De ahí este coloquio, un evento que aunque considerado por sus organizadores como sencillo, resultó sumamente significativo a la consideración de los que asistieron, con profesores conocedores de la obra del autor, y una sala con un público que se dejó entusiasmar.

El programa admitió una breve introducción titulada “Barthes: en el centenario de un gigante”, luego Plinio Chahín, poeta y escritor, leyó su ponencia “Barthes, el placer de leer”, en la que reflexionó sobre el Barthes-lector hedónico y la lectura como acto de interpretación pero también de placer; para continuar con el doctor Odalís Pérez, semiólogo, quien tenía a su cargo realizar un riguroso y exhaustivo trazado biográfico de Barthes, destacando su condición de escritor y académico, en particular su actividad como crítico de arte.

En palabras del profesor Fidel Munnigh, quien fungió como moderador: “Roland Barthes, el francés inmenso, recordado en una universidad de una isla caribeña. La biblioteca como espacio del saber. La academia como espacio de reflexión y debate. La universidad como comunidad académica y de pensamiento. El evento como actividad cocurricular. La obra y el pensamiento de Barthes puestos en escena como un archivo que se abre al público. El Barthes que nos queda es aquel que reflexionó y escribió sobre la literatura, los signos y los mitos de nuestra cultura y nuestra época, que dejó una obra abierta y que como intelectual logró moverse entre el mundo universitario y el gran público. Una vez más, la Escuela de Crítica e Historia del Arte de la UASD hace camino al andar mostrando lo que realmente es: la escuela del pensamiento sensible”.

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