ROMA.- El procurador del Patriarcado caldeo ante la Santa Sede, P. Philip Najim, advirtió que los atentados terroristas, los secuestros y las conversiones forzadas están haciendo que la Iglesia en Irak esté desapareciendo, pues los extremistas han convertido a los cristianos en «el chivo expiatorio».
«Iglesias cerradas, coches bomba, conversiones forzadas, secuestros: en Irak los cristianos están muriendo. La Iglesia está desapareciendo bajo los golpes de persecuciones, amenazas y violencias por parte de extremistas que no dejan otra opción: o la conversión o la fuga», expresó durante la Misa en sufragio del P. Ragheed Aziz Ganni, sacerdote caldeo asesinado el 3 de junio en Mosul (Irak), junto con tres subdiáconos.
El representante de los caldeos alertó que «los secuestros de sacerdotes son cada vez más frecuentes» y los fieles, si quieren quedarse en sus casas o permanecer en la fe, están «obligados a pagar ‘impuestos'». Advirtió que estas presiones han incrementado la emigración de cristianos que ven como única alternativa para sobrevivir el «renunciar a sus propias raíces, dejar su propia patria».
El sacerdote dijo que los cristianos iraquíes se han convertido «en el chivo expiatorio del que hay que aprovecharse o al que hay que eliminar». Los extremistas, narró, les impiden profesar su fe libremente, imponen el velo musulmán a las mujeres y arrancan las cruces de las iglesias.
En ese sentido, afirmó que el P. Ganni «es un mártir de esta Iglesia caldea ensangrentada a la que Benedicto XVI llama Iglesia de los mártires vivientes».