Educación. Escuela parroquial San Pablo Apóstol no iniciarán año escolar

Paredes y techos agrietados, filtraciones en dife aulas, baños destruidos, carencia de electricidad y falta de espacio imposibilitan que más de mil 400 alumnos, desde inicial hasta el bachillerato, inicien el año escolar el día 20, en la Escuela y Liceo Parroquial San Pablo Apóstol, en el sector La 40, Cristo Rey,
Será imposible abrir en la fecha, como ha sido programado por las autoridades educativas.

En una concentración en el plantel, la comunidad educativa advirtió a las autoridades del Ministerio de Educación que no habrá clases en ese lugar hasta tanto no sean corregidas las fallas denunciadas desde hace más de dos años y que debieron ser corregidas durante el recién pasado año escolar, cuando los alumnos no estuvieron en las aulas por la pandemia del Covid-19.

Tanto el sacerdote José Luis Hernández, párroco de la iglesia San Pablo, que dirige el plantel, como los padres y amigos, así como el Comité Pro Politécnico de Cristo Rey, alertaron a las autoridades sobre el peligro que significa para la vida de los alumnos recibir el pan de la enseñanza bajo estructuras agrietadas.

Mostraron varias aulas en total deterioro en el techo, así como acumulación de agua en el piso por las recientes lluvias producto de las filtraciones, por lo que no quisieran imaginar que se produzca un sismo con personal dentro del edificio.

Manifestaron que la concentración de la comunidad educativa frente al plantel “es la respuesta a la sordera e ineptitud de los representantes del Ministerio de Educación que en dos años de lucha no han querido atender nuestro reclamo”.

La escuela y liceo parroquial es un edificio levantado en varias etapas y por diferentes gobiernos, que no reúne las mínimas condiciones para que en el mismo se imparta docencia de forma decente y adecuada.

El cura José Luis Hernández deploró que ante los reclamos de la comunidad el Ministerio de Educación reaccionara enviando ayer una brigada de pintores, pero sin antes corregir las fallas como grietas y otras reparaciones, con lo que pretendía lavar la cara al edificio.

“Es mucho el riesgo que aquí corren nuestros estudiantes, amenazados por las grietas, las filtraciones, las deplorables condiciones del sistema sanitario y eléctrico, para que las autoridades envíen una brigada de pintores sin antes corregir lo que hemos denunciado”, sostuvo Hernández en compañía de padres de alumnos.

Jony Uceta y Tania Martínez mostraron a los medios de comunicación la situación por la que atraviesa el edificio para llamar la atención de las autoridades de que es imposible meter a cientos de estudiantes al peligro por falta de reparación.