POR YOANY CRUZ
Cuando el reloj marcaba las 7:00 de la noche, inició el pre show de la vigésima segunda entrega de los premios Casandra, máximo reconocimiento que se le otorga a los artistas dominicanos, que patrocina la Cervecería Nacional Dominicana (CND).

Los integrantes del Grupo Negros fueron los primeros en pisar la alfombra, quienes hicieron la parada esperada por sus seguidores para firmarles autógrafos.

Como en otros años, el desfile de vehículos de lujo como limusinas, yipetas, carros convertibles y motos, formaron parte del evento.

Los acompañantes también fueron parte importante del pre show, pues algunos se les vio llegar del brazo de sus parejas, hijos, madres, hermanas y amigos que nadie los conoce, como es el caso de Sharmín Díaz y Nikauly de la Mota.

Las megadivas Georgina Duluc y Luz García, quienes por sus vestuarios y joyas son siempre las más esperadas por el público y la prensa, llegaron sin acompañantes.

Otra que demostró que para ir al Casandra no necesita la compañía de nadie más que la de su perro, fue la conductora de televisión Evelina García, quien lo presentó con el nombre de Coco Darío García.

El paso por la alfombra dorada, que estuvo muy bien ambientada con rosas amarillas, haciendo honor a una Fábrica de Sueños, como fue denominado el espectáculo, de repente se convirtió en una fábrica de pesadillas para algunos artistas, que desde su llegada fueron arropados por agentes de seguridad, cámaras fotográficas y de televisión, como fue el caso del cantante puertorriqueño Chayanne, quien en premiaciones como el Premio Lo Nuestro y los Grammy, hace su pasarela por la alfombra y saluda a sus fans; sin embargo en el Casandra, en vez de caminar por la alfombra, caminó sobre los pies de los fotógrafos, camarógrafos y personal de seguridad que no le permitió saludar a su público, llevándolo a máxima velocidad hasta la sala Eduardo Brito, donde se realizó la premiación.

Lo mismo sucedió con el Grupo Aventura y el actor de origen cubano César Évora, quien tuvo que encorvarse para poder contestar algunas de las preguntas que le hizo la comunicadora Dafne Guzmán.

La llegada de los artistas e invitados especiales pudo ser espectacular, de no haber sido por el reducido espacio dejado en el área frontal del Teatro Nacional, por la construcción del Metro y la mala ubicación de la prensa, que tuvo que lidiar hasta el último momento con los encargados de seguridad para poder hacer su trabajo.