La frase que se le atribuye a Nicolás Maquiavelo (fundador de la ciencia política moderna): “Piensa mal y acertarás”, contradice todo el optimismo que se vende en estos tiempos y con el que es preferible vivir. Sin embargo, en los tejemanejes de la política hay que andar con cuidado, pues casi siempre lo más importante no se dice y tampoco nos enteramos en los medios de comunicación y las redes sociales.
En tal sentido, de lo que hablaron el Presidente Luis Abinader y el secretario de Estado Anthony Blinken, tal vez no se dijo todo en la rueda de prensa. Pero… hablemos de lo que sí se dijo, además de arrojarse todos los cumplidos del mundo de manera mutua. El presidente habló con estadísticas y con Blinken al lado dijo: “La crisis en Haití ha aumentado la presión migratoria en nuestro país, afectando nuestros servicios públicos y generando riesgos para nuestra seguridad. Esta presión se refleja en la matrícula de nuestro sistema escolar público, donde el 6.5% de los estudiantes, unos 147,000 son de nacionalidad haitiana. Además en nuestro hospitales públicos, el 14% de los internamientos y el 34% de los partos son de inmigrantes indocumentados haitianos, en ningún sistema de salud del mundo ocurre esto”.
Mr. Blinken, gracias por sus buenos deseos para la República Dominicana, gracias de verdad por acoger a los migrantes dominicanos en su país (de manera legal y pagando impuestos), gracias por la cantidad multimillonaria de dinero que nos prestan y por la cual pagamos intereses; gracias por sus turistas que vienen disfrutan de un clima y unas playas que ustedes no tienen en Estados Unidos.
Thank you very much Mr. Blinken, pero nuestro país no resiste que sigan naciendo 30,000 hijos de haitianos ilegales en nuestro territorio, cosa que no los hace dominicanos, porque nuestra constitución desde el año 1929 en su artículo 18, numeral 3, dice: NO son dominicanos las personas nacidas en territorio nacional, hijos de extranjeros que se hallen en tránsito o residan ilegalmente en territorio dominicano.
La República Dominicana ha sido el país más solidario con Haití, pero todo tiene un límite y ya llegamos a él. Estamos en peligro de perder nuestra identidad, porque en unos años si siguen pariendo así, en algún momento serán mayoría, y ya entonces no seremos República Dominicana, si no República Haitiana.