En La Barquita dudan de planes de reubicación

En La Barquita dudan de planes de reubicación

POR ODALIS MEJIA
En La Barquita de Sabana Perdida los residentes claman porque de una vez y por todas sean desalojados, ya que durante más de 20 años sólo han escuchado promesas de gobiernos en torno a su reubicación.

Además, deploraron la tímida asistencia de parte de las autoridades y denunciaron que a la fecha ningún representante del gobierno ha acudido al sector a informarle sobre los plantes de reubicación.

Dijeron que el gobierno sólo entregó ayuda económica a los refugiados que estaban en las escuelas, los cuales sólo representan cerca del 20% de los afectados por la tormenta Noel. Señalaron que  muchos de los damnificados  no fueron a los refugios formales, sino que se guarecieron en casas de familias y particulares.

Entre los denunciantes  están Florentina Féliz, Isabel Encarnación, Antonio Payano, Roque Valdez, Jeimi Féliz, Felidia Sánchez, Mercedes del Villar, Yemi Montero y Rafael Holguín.

 Los residentes pusieron en duda que el gobierno ponga en marcha el plan de traslado a zonas no vulnerables.  Dudan que   debido a la cercanías de las elecciones presidenciales, el gobierno se embarque en un proyecto tan ambicioso.

“No queremos reparación de casas porque cada cierto tiempo viene el mismo problema y no estamos en nada; queremos desalojo”, expresaron Sánchez, Holguín y Montero.

En la zona  la basura y el lodo  impera en muchos rincones, mientras niños descalzos juegan entre la mugre, ajenos al peligro que los acecha. 

Al respecto, Holguín deploró que no se han hecho operativos de limpieza para retirar la gran cantidad de escombros y basura, que en su mayoría es tirada de manera indiscriminada por los moradores.

Dijo que sólo Salud Pública ha asistido al barrio con la  entrega de medicamentos para la prevención de enfermedades y fumigado para evitar la propagación de plagas.

Mientras tanto todavía varias  personas permanecen refugiadas en casa de vecinos o familiares, puesto que sus viviendas fueron arrasadas por completo y en algunas no han podido penetrar por las grandes cantidades de lodo y escombros que están en el interior. Colchones, ropas, zapatos  y restos de algunos ajuares permanecen tirados y envuelto en el lodo, en los callejones del sector

 Además, aquellos que vivían más próximo a la ribera no han levantado sus humildes viviendas luego del anuncio del gobierno de que no permitirá reconstruir las casas que estaban en zonas vulnerables.

Sin embargo, ninguna autoridad ha montado vigilancia para evitar que los damnificados regresen a las zonas de peligro, algo que de acuerdo a Holguín ocurrirá muy pronto cuando la gente se desespere de vivir “arrimados”.

INVI

Ayer el Instituto Nacional de la Vivienda (Invi) reparaba los techos de ocho viviendas, mientras 67 ya han sido reparadas, según informó Nicolás Genao, quien dirigía la brigada de 10 carpinteros y otros voluntarios. Dijo que las casas ubicadas en la orilla no serán reparadas porque allí no se permitirán asentamientos.

En materia de asistencia alimentaria, según los moradores  han recibido raciones alimenticias a través de los Comedores Económicos  a cinco pesos cada una.

 Ayer una entidad extranjera humanitaria, a través de la iglesia,  entregó a algunos vecinos un paquete con arroz, azúcar, leche, pastas y otros alimentos crudos.

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