La campaña interna del Partido de la Liberación Dominicana quedará con una tinta imborrable: el desborde del aparato gubernamental a favor del precandidato presidencial Gonzalo Castillo, en detrimento de otros aspirantes que, por esa razón, decidieron declinar y abstenerse de participar en las primarias que se celebran este domingo.
Castillo, el delfín del presidente Danilo Medina, irrumpió como precandidato luego de participar en el fracasado proyecto reeleccionista del mandatario.
Al llegar repentinamente al grupo de aspirantes de la facción danilista, se montó alrededor de él una plataforma de promoción que superaba la de Andrés Navarro, Temístocles Montás, Carlos Amarante Baret, Francisco Domínguez Brito, Radhamés Segura y Reinaldo Pared Pérez.
Días antes de ofrecerse los resultados de la encuesta mediante la cual se escogería al candidato del danilismo, a partir de la preferencia expresada por los entrevistados, Pared Pérez abandonó su espacio argumentando que entró un nuevo actor con respaldo del Gobierno.
“Con la campaña que realiza este nuevo aspirante se han violentado todas las normas de equidad y de justicia. Se observa una clara intervención de una gran parte del Gobierno, lo cual provoca un desequilibrio en el proceso que llevamos a cabo que, como a nosotros, afecta en lo más hondo nuestra dignidad”, refirió el senador peledeísta.
Igual camino tomó Amarante Baret, quien al presentar su renuncia a la precandidatura dijo que el escenario electoral a lo interno del PLD había cambiado en el último tiempo.
“Se ha generado una desigualdad que no estoy dispuesto a tolerar, pues se están utilizando influencias políticas desde sectores ubicados en el Estado hasta el último minuto, sin pruritos. Han entrado en escena poderes que influyen en forma trascendental en aspectos en los que no estoy dispuesto a tranzar”, destacó.
Ministros en campaña. Cuando se anunció que Castillo era el candidato del danilismo, paralelamente se formó la maquinaria gubernamental para fortalecer su campaña frente a un duro contendor: el expresidente Leonel Fernández.
A 15 ministros se les encargó integrarse a las actividades proselitistas en todo el país.
Tal estrategia fue rechaza por amplios sectores, por entenderse como un exceso que prácticamente todo el gabinete gubernamental dedicara parte de su tiempo al proselitismo.
Ante ese hecho el Partido Revolucionario Moderno puso en conocimiento de la Junta Central Electoral esa violación de la ley.
El ministro de Administración y Personal, Ramón Ventura Camejo, alegó en respuesta a ese reclamo que la Ley de Función Pública no exime a los funcionarios de participar en política, y que ellos lo harían en horas no laborables.
Castillo también tuvo una fuerte presencia mediática, en la que se destacaba su desempeño en el Ministerio de Obras Públicas, puesto que ocupó durante siete años.
Leonel, el nuevo David. Pero las quejas no solo surgieron del lado de candidatos danilistas, el expresidente Fernández también se pronunció en contra de lo que para él representaba un uso abusivo de la maquinaria gubernamental.

“Frente al dinero, la fuerza del pueblo, frente al poder, la fuerza del pueblo, frente a la arrogancia, la fuerza del pueblo, frente a la petulancia, la fuerza del pueblo, con la fuerza del pueblo venceremos.
“En la lucha política de lo que se trata no es de dinero ni de poder, de lo que se trata es de valores y de principios”, refirió.
Fue tanta su indignación que en un artículo publicado en Listín Diario hizo una alegoría de lucha entre David y Goliat, y por supuesto él no era Goliat.
Costo de campaña
La campaña proselitista de Gonzalo Castillo tuvo una duración de 68 días, en cuyo trayecto hubo una inversión de RD$269.6 millones, un monto elevadísimo en comparación con los RD$177.2 millones que gastó Leonel Fernández, con más tiempo en la contienda electoral interna del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).