En la Casa de UNESCO
Johnny Palacios y Renso Castañeda

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POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
Todo diálogo auténtico es apasionado y contradictorio. Entre mis sueños,  mis pasiones, la perplejidad y mis vigilias, intento registrar un diálogo con-textual, fugaz, instantáneo, inmediato. Contexto y proceso de mis contemporáneos: artistas, galeristas, especialistas, coleccionistas, arquitectos del gusto y la pasión por el delirio que “siempre han vivido en las nubes” y que, de repente, “despiertan soñando” en el “supermarket” globalizante que nos depara el folclor inefable  de la posmodernidad.

Mis registros precipitados de este diálogo reciente pueden leerse como citas, cifras, fracciones y signos “contaminados”. Contaminación como resultado del  entrecruce, in-diferenciación, transmutación o polisíntesis de una impactante multiplicidad de realidades espirituales y opciones estéticas, reflexivas, políticas y lúdicas que, a través de sus respectivas estrategias de marketing, exponen la potencialidad de la imaginación en estos maquinales y fugaces umbrales del siglo XXl.

Desde el pasado 30 de noviembre, en la Casa de la UNESCO, ubicada en la Zona Colonial (Calle Luperón), se mantiene abierta la exposición conjunta titulada “Encuentro” de Johnny Palacios Hidalgo y Renso Castañeda Zevallos, dos creadores peruanos de la actualidad cuyas posiciones artísticas y producciones pictóricas contienen tantas afiliaciones e in-transigencias que en “en un abrir y cerrar de ojos” nos  sitúan al borde de lo posible y, por eso mismo, nos dejan aturdidos.

Ranier Sebelén (San Juan, Puerto Rico) y  Juan Julio Bodden (San Juan/Santo Domingo) han unido esfuerzos y pasiones para hacer realidad este proyecto expositivo de los jóvenes hiperrealistas en Santo Domingo. “Con la presentación de estos dos destacados pintores en el hermoso espacio de la Casa de la UNESCO, hemos querido hacerle un buen regalo de Navidad a los dominicanos, y a la vez, celebrar mis 25 años en el arte y los 20 años de fundada la Galería de Arte Sebelén”, sostuvo.

“Encuentro” es una exposición en la que Palacios Hidalgo y Castañeda Zevallos exhiben por primera vez en nuestro país una colección de sus pinturas recientes. Entre las obras más representativas que el primero presenta en esta muestra  destacan: “Celebración por una luz que se extingue”(2006), “Como esas  columnas”(2006), “Nostalgia de Adelia”(2006), “El cielo le invitaba a soñar” (2006), “Festividad de perros y globos” (2006) y “Perros azules” (2006), obra en la que el artista se libera  completamente de su emblemático tema femenino y nos provoca el pensamiento sobre su capacidad de profundizar y de abrir otras puertas de recreación para su obra.

Por su parte, Renso Castañeda busca sus indulgencias con una serie de pinturas que atrapan la mirada y estallan como efectivas imágenes de añagazas, tales como  las tituladas “Sueño en la oscuridad” (2006), “Mujer flotando sobre nube” (2006), “Eva en el Paraíso” (2006), “Buscando tus alas” (2004 y “Decisión inteligente” (2006). Se trata de expresiones y obras con las que han obtenido reconocimiento en países como Perú, España, Israel, Ecuador, Brasil, Venezuela, Estados Unidos y Puerto Rico.

A la hora de la confrontación de sus respectivas reacciones simbólicas, Johnny Palacios y Renso Castañeda emergen como practicantes de una resolución pictórica que celebra el cuerpo femenino como inocente y pervertido fetiche de la sensualidad. En ambos casos estamos ante una resolución pictórica embebida en un preciosismo academicista confusamente encantador, estratégicamente hipermimético, sugestivamente abrumador.

 Si es verdad que “De lo posible se sabe demasiado” (Silvio Rodríguez), entonces, lo posible es lo absurdo. Y lo absurdo es también maquinal repetición en los casos de Johnny Palacios y Renso Castañeda. Así despliegan estos dos jóvenes pintores de sólida formación académica y talento admirable una poética descaradamente sensiblera, predecible, dulcemente cegadora, semánticamente totalitaria.

El aturdimiento viene cuando uno tiene que reaccionar, reflexionar, pensar sobre la operatividad del contrasentido que implican actitudes estéticas como las de Johnny Palacios y Renso Castañeda en un contexto tan memorable para las más sutiles manifestaciones de “lo pura y eternamente artístico”(Kandisnky), pero igualmente maravilloso y apocalíptico para los más vitales y activos renovadores del rito ancestral de la Creación.

Si aceptamos que las prácticas artísticas auténticas de la actualidad son aquellas cuya efectividad opera como formas depuradas de pensamiento, tambien hay que admitir que la inminencia del contrasentido  se torna en un puro “desquite” por parte de los artistas que asumen la estética académica extemporánea contra las celebraciones de la contaminación, de los triunfos, usos y abusos del antiformalismo conceptualista que marca poderosamente el arte de nuestro tiempo.

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