POR CARLOS FRANCISCO ELIAS
¿ESPACIOS DE CINE, CÓMO RESCATARLOS? Hace muchos años perdimos aquel circuito maravilloso que nos permitía ver cine de gran calidad casi siempre, de modo permanente.

En cierta medida a lo largo de los últimos 20 años, esta ciudad ha perdido esos espacios que podían permir entrar en rápido contacto con un cine diferente, que no suelo llamar alternativo, porque es un apellido que puede resultar excluyente y confuso, porque en los últimos tiempos debajo de esta etiqueta mucha cháchara se ha escudado bajo lo altenativo para sobrevivir.

Cuando se hacen estas observaciones es porque para amar una ciudad contemporánea, será importante que tenga esos espacios fílmicos que sirven para descansar de otras ofertas.

Lamentablemente, no tiene nuestra ciudad aún ese sello tan característico en otras grandes ciudades latinoamericanas, el cine como una alternativa cultivada y arraigada en nuestra ciudad ha sido algo casi imposible, tampoco se puede hablar de una oferta cinematográfica apetecible, que permita a la ciudad de Santo Domingo una cierta distinción.

No quiero volver al eterno lamento de algo que se perdió, no creo que sea necesario: tuvimos lo que tuvimos, una sensacional programación de cine hace treinta y tantos años y obviamente factores económicos y de reconversión del sector cine dieron al traste con la persistencia de estos proyectos espontáneos que llegaron a estremecer a esta ciudad, porque de que hubo, hubo.

Si algo queda ahora es plantearse seriamente cómo rescatar los espacios, cómo tratar de hacer circuitos internos que permitan una mayor fluidez de exhibición fílmica no solo en la Cinemateca Dominicana, sino en otros espacios importantes.

URGE UN PROYECTO DE CINE SECTORIAL EN SERIO, ¿CÓMO HACERLO?

Será cuestión de enriquecer el circuito de exhibición independiente, porque hasta el momento podemos detectar apenas tres lugares fijos donde los amantes del cine en esta ciudad pueden ir a ver cine interesante, a saber:

A) Cinemateca Dominicana, Plaza de la Cultura

B) Centro Cultural de España, Zona Colonial.

C) Casa de Teatro.

Estos son los lugares que de modo permanente pueden ofrecer esas posibilidades, ahora bien: ¿cuál sería el proyecto ideal de este circuito de exhibición dirigido a los jóvenes en la ciudad?

Lo ideal sería que cada institución tuviera su propio programa de cine y sobre la base de ese programa se ofrecieran en diferentes puntos de la ciudad programaciones o ciclos diferentes, visto así, esta sería la conformación de la red ideal:

A) Cinemateca Dominicana, Plaza de la Cultura.

B) Centro Cultural de España, Zona Colonial

C) Casa de Teatro, Zona Colonial

D) Museo de las Casas Reales, Zona Colonial

E) Universidad Autónoma de Santo Domingo, Zona Universitaria

F) Funglodes, Studio Arte y Ensayo

G) Museo de Arte Moderno, Plaza de la Cultura

H) Domínico-Americano, Sector Mata Hambre

i) Alianza Francesa Santo Domingo, Centro de los Héroes

j) Otros locales sectoriales o barriales, ubicables

Cuando hacemos mención de esta red ideal, es importante decir que este proyecto nada tiene que ver con un proyecto de cine móvil, que son dos cosas diferentes, la red de exhibición barrial o sectorial y un proyecto de Cine Móvil.

El primero se hace en locales fijos de modo permanente, con una programacion de ciclos y un coordinador local, el segundo se hace de modo programado pero sin elegir zona especial, se presenta de repente, previo estudio de la zona que será intervenida.

Para que esta ciudad tenga esa oferta la Cinemateca Dominicana tiene sus puertas abiertas para conceder a tíltulo de préstamo el material necesario.

Pero estas iniciativas de cine clubes zonales deben tener líderes que las coordinen, amantes del cine inspirados, que quieran contribuir, eso como recurso humano es importante: eso no se puede inventar, lamentablemente.

Estas actividades no se imponen, surgen de movimientos e intereses de grupos entusiasmado por el cine y su laberinto, eso hay que tomarlo en cuenta.

Lo que sí es evidente, es que poco poco las condiciones para que este fenómeno se dé, se pueden ir creando, en esa labor trabaja todos los días la Cinemateca Dominicana y espera tener los recursos necesarios para hacer realidad el proyecto.

Mundos Francófonos en la Cinemateca Dominicana y el Festival Funglode

En la actualidad este circuito independiente apenas cuenta con los primeros puntos que hemos destacado.

Así, el ciclo de Mundos Francófonos que se inició el 15 de marzo en la Cinemateca Nacional, con nutrida asistencia, celebrando la fiesta mundial de la Francofonía, forma parte de la oferta actual de esta incipiente red de exhibición independiente.

El cine de la Francofonía es un cine diverso, como diversa es la misma francofonía, sería interesante que en próximos años se puede exhibir al público con subtítulos en castellano muchas de esas películas que ayudan a la diversidad de la francofonía como expresión cultural fílmica, me refiero a muchas películas del continente africano que suelen tener salida y distribución por esta vía, porque han tenido un financimiento de ayuda vía el ministerio de Relaciones Exteriores de Francia.

Este año Mundos Francófonos reúne a Francia, Bélgica, Suiza, Canadá y Haití y ofrece una programación que en esta nota se publica.

EL FESTIVAL DE CINE FUNGLODE

Como oferta de la exhibición independiente tenemos el II Festival de Funglode que va tomando forma cada año.

Sin embargo, a los que observamos nos quedan algunas dudas: el año pasado se hablaba de un Festival Iberoamericano se pensaba que esta era su especialidad, como institución.

Este año sorprende invitando a Corea con una visión parcial de lo que es el cine Oriental, algunos pensaban que la organización de un festival con tintes regionales, tomaba en cuenta una región, especialmente esa región de Oriente, cuya cinematografía necesita promoción y difusión en nuestro país.

Creo que el Funglodes Festival, promete ser interesante, asi lo escribí el año pasado, escribí también que en el local de la Fundación hay que hacer un programa permanente de Cine, Studio-Funglode, para que la gente no solo vaya en tiempos del festival, la incorporación de ese Studio de Arte y Ensayo ayudaría a la red de exhibición independiente de cine de la cual escribimos en este mismo texto más arriba.

Es importante que los organizadores de muestras y festivales tomen su papel en serio, no se puede permitir que por haraganería un buen proyecto pierda fuerza y presencia pública.

Por ejemplo, no hace mucho se hizo algo insólito : un festival de 4 películas, lo nunca visto en materia de récord : eso hace daño al nombre del país y daña el prestigio de los profesionales de cine que saben que un festival serio, que se respete y respete el público local y los invitados, mínimo tiene 30 películas para empezar.

De igual modo: si la Cinemateca está tan cerca del Studio Funglode, cuando se piensa en los horarios de programación se debe pensar en el público, porque con un ajuste de programación se extiende la red de exhibición independiente y gana el público porque puede ver más películas, elemental Watson.

Hago constar que esa observación la hago por el público, porque es bueno que haya un flujo de público entre el futuro Studio de Arte y Ensayo Funglode y la propia Cinemateca Dominicana, no veo contradicción alguna.

Para todo esto, es necesaria una buena coordinación, ello es básico.

Esperemos el Funglode III Festival, que espero se haga como la primera edición, que fue estupenda: insisto, no se puede dejar caer esa excelente oferta de cine independiente.