En la Diana
“Si no sabes donde vas, cualquier camino es bueno”

<STRONG>En la Diana<BR></STRONG>“Si no sabes donde vas, cualquier camino es bueno”

ROLANDO REYES
Primer Tiro

Un día Alicia se acerca al Oráculo del Sur y le pregunta: ¿Es cierto que no podré seguir viviendo con alto crecimiento, baja inflación y estabilidad cambiaria relativa? “Podría ver el futuro, pero  necesito analizar el pasado. ¿Qué ha hecho posible que hayas podido vivir en ese mundo?”, le preguntó el Oráculo.

El Conejo blanco le había dicho que eso se explicaba por un repunte del consumo privado, restablecimiento de expectativas positivas, altas inversiones extranjeras y domésticas, y políticas macro-económicas adecuadas. “Si ahora tienes que gastar más divisas en importaciones, tendrás que sacrificar una de las tres bondades que te han permitido vivir en ese mundo. Tendrás que decidir. Si quieres vivir con baja inflación y una estabilidad cambiaria consistente con las nuevas condiciones, tus ingresos no crecerán igual que antes”, le dijo el Oráculo. ¿Y cuál es la decisión que debo tomar”? volvió a cuestionar Alicia. “Recuerda lo que te han dicho antes: si no sabes donde vas, cualquier camino es bueno”.

 

Segundo Tiro

Y he aquí que la insatisfecha Alicia decidió visitar otro gran Oráculo equivalente a Delfos local: “Si permites que suba la tasa de interés, la inflación se mantendrá en un digito y el déficit corriente con el exterior se financiará con inversiones y préstamos de largo plazo”. “El Conejo blanco me ha dicho que la inflación es importada, y si es así, ¿cómo es que el aumento de la tasa de interés controlará la inflación?”, preguntó nuevamente. “El Gobierno producirá el superávit necesario para que la disminución del gasto interno frene la demanda agregada, y eso es lo que compensará una parte del aumento del déficit externo, contendrá la inflación y también cualquier presión cambiaria excesiva”. “Un pitio y un oráculo yoruba han dicho que el tipo de cambio subirá bruscamente”, dijo Alicia. El Oráculo contestó así: “Recuerda el falso canto de la falsa tortuga. No son profecías las adivinanzas, ni lucirán hábitos lo que hayan presagiado erróneamente”.

 

Tercer Tiro

Entonces Alicia se dirigió de nuevo al Conejo blanco. ¿“Hasta dónde subirán las tasas de interés y qué pasará con el tipo de cambio”? le cuestionó. “No me atrevo a pronosticar, pero toma en cuenta que según el índice del tipo de cambio efectivo real del FMI, la tasa de cambio actual es equivalente a la tasa de cambio de paridad de equilibrio del año 2000, cuando el déficit con el exterior era también muy alto y el Banco Central tenía mucho menos reservas de las que tiene hoy. El dinero barato fomenta el dispendio, y se requiere austeridad y frugalidad.

Además, las tasas de interés son todavía más bajas que hace cuatro años, y creo que deben tener el nivel necesario para atraer ahorros externos con qué financiar parte del déficit con el exterior”.

“Pero han dicho que la tasa de interés no debe atraer capitales golondrinas”, replicó Alicia. “No lo son si hacen nido permanente”, dijo, y en ese momento asió con fuerza la botella contentiva del liquido que aumentaría desproporcionadamente el tamaño de Alicia.

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