En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Los extranjeros y los nacionales que proyectan el desplome de la economía deberían tomar en cuenta dos factores que serán determinantes en los resultados finales de la contabilidad del crecimiento del cursante año: el consumo y la inversión privada representan alrededor del 90% del PIB, y el impulso que le está aplicando la política monetaria puede ser más que suficiente para compensar la posible disminución de las exportaciones de las zonas francas y el turismo. Las condiciones internas y externas requeridas para financiar el crecimiento requerido del gasto están dadas. Parecería conveniente también tomar muy en cuenta los rezagos y las oscilaciones de muy corto plazo de las variables económicas, pues si bien en febrero se registraron algunos indicadores de contracción, los efectos de las medidas monetarias podrían iniciarse a partir del mes de abril. Navegar en aguas turbulentas no necesariamente conduce a la zozobra. Capeando adecuadamente la tormenta se puede evitar una caída en la producción y el empleo.

Segundo Tiro

Un déficit corriente con el exterior financiable con inversión extranjera, deuda privada y préstamos de los organismos multilaterales al sector público, así como un tipo de cambio en la misma frontera de la paridad de equilibrio, son dos condiciones necesarias para que una política monetaria flexible incentive el crecimiento  del consumo y la inversión privada a través de menores tasas de interés y mayor cantidad de dinero. El nivel actual del tipo de cambio corresponde a una ligera depreciación del tipo de cambio real, y el mismo es totalmente compatible con el déficit corriente proyectado. Aunque el BID acaba de aprobar uno de los financiamientos contemplados en la proyección de la balanza de pagos, el esfuerzo del Gobierno Central para financiarse con recursos externos es también otra condición necesaria para que el déficit corriente con el exterior vinculado al crecimiento del gasto privado, sea manejable y financiable. Hay que sumar a lo anterior el posible impacto del incentivo fiscal para el retorno de capitales de residentes que están depositados o invertidos en el extranjero.

Tercer Tiro

El riesgo y los costos de prestar en moneda nacional han disminuido. El ahorro financiero seguirá creciendo, pues se mantiene la diferencia de las tasas de interés locales pagadas a los depósitos en moneda nacional y las pagadas a los denominados en moneda extranjera. No hay riesgos devaluatorios por salidas de capitales, pues el balance de las inversiones financieras de extranjeros es muy reducido. A la inversa, un posible retorno de capitales aumentaría la disponibilidad de financiamiento externo y abriría más espacio para el gasto interno.

La reducción de la tasa de interés provoca una disminución de la proporción de los ingresos de los deudores que se destina a gastos financieros.

Todo conduce a la conclusión de que a las instituciones financieras les conviene colocar recursos a las tasas actuales, pues pesa mucho la contribución a la rentabilidad de la diferencia entre la tasa de los prestamos y las que paga el Banco Central por el exceso de liquidez, como también pesa la necesidad de mantener el nivel de actividad y la capacidad de pago de todos los deudores.

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