En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
No se puede luchar contra un teorema o ecuación matemática, ni contra una teoría apoyada por la razón humana y las evidencias empíricas, pero mucho menos contra el reporte estadísticos de los hechos. A pesar del bien dibujado escenario apocalíptico del colapso del crédito financiero de algunos economistas y analistas, y de que todavía no ha transcurrido el tiempo suficiente para que las medidas de política monetaria produzcan todo sus efectos, los datos del crédito al sector privado en moneda nacional del sistema financiero consolidado muestran que a marzo el mismo creció a un 0.2% en términos anuales y una reducción de -1% con respecto a febrero. En el caso especifico de los bancos, el ritmo de caída mensual disminuyó desde -3.26% en enero, a -1.02% en febrero y a -0.78% en marzo. Parece que el deterioro se detiene, llegando al punto de inflexión, y este es un primer resultado de las medidas. Un rebote del crédito financiero debería ser el próximo.

Segundo Tiro

El repunte del crédito financiero no significa que la economía no sentiría los impactos de la crisis, pues aunque el consumo y la inversión pública y privada crezcan lo suficiente, no hay dudas de que alguna caída se registrará en el turismo y las zonas francas. Las magnitudes son difíciles o quizás casi imposible de predecir. Pero lo que sí se sabe con certeza es que cuando la tasa de interés baja se producen importantes efectos en toda la economía: el costo de endeudarse baja y aumenta la rentabilidad de las empresas y de las nuevas inversiones, el precio de algunos activos aumenta (vivienda y títulos financieros de renta fija) y se hace más atractivo consumir o comprar bienes duraderos y no duraderos en el presente en vez de hacerlo en el futuro. A lo anterior hay que sumarle el hecho de que todas las proyecciones de la inflación son bien bajas, y por tanto, se puede esperar que como los mangos de Don Martín, las tasas de interés permanezcan bajas por mucho tiempo.

Tercer Tiro

También se sabe que la disminución de los egresos por factura petrolera puede más que compensar el descenso en los ingresos por turismo y zonas francas, y que por tanto, los resultados de las cuentas con el exterior serán mejores que los del año pasado y no presionarán a una tasa de cambio que se encuentra justo en la frontera de la paridad de equilibrio. Más conocido es todavía que los empresarios hacen sus cálculos y forman sus expectativas de ganancias tomando en cuenta las relaciones entre las variables fundamentales y sus valores esperados, y si creen que las compras de los consumidores aumentará, pueden decidir invertir ahora. De la misma forma en que usted no puede negar los impactos negativos de la crisis (con un menor crecimiento como principal resultado), tampoco puede negar que se debe estar esperando (como se espera en los países que han bajado su tasa de interés) un repunte del crédito financiero en moneda nacional al sector privado. Si lo niega, el mismo Stephen Hauking le acusará de estar luchando contra un teorema matemático.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas