En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
La afirmación de que existe un modelo económico en el que la sobrevaluación de la moneda favorece a las importaciones es falaz y limitada. Es falaz, porque de ser cierto tal planteamiento entonces el turismo, las zonas francas y las demás exportaciones no crecerían o crecerían muy poco, lo cual es rechazado por la realidad de los datos disponibles. El hecho de que las importaciones crezcan más que las exportaciones no avala tal afirmación, pues el déficit estructural en la balanza comercial puede ser explicado por el alto ritmo de crecimiento de la economía, el cual demanda un volumen de inversión mayor al ahorro interno disponible. Es limitada, pues no toma en cuenta que una parte del déficit estructural de la balanza de bienes y servicios tiene un financiamiento permanente asegurado a través de las remesas. Si se quiere que el déficit comercial se exprese en mayor devaluación de la moneda, se debería prohibir o limitar las entradas de las remesas. El déficit estructural tiene mucho que ver con una economía pequeña en permanente crecimiento, y con muchos nacionales residiendo en el exterior, y quizás poco que ver con sobrevaluación cambiaria.

Segundo Tiro

La afirmación de que el modelo económico favorece a los sectores no transables (principalmente comercio, construcción, transporte, servicios financieros  y otros servicios) también es una falacia, pues no ha sido un retraso cambiario lo que ha provocado que los precios de los bienes no transables crezcan más que los transables (agricultura, minería e industria), sino el fuerte crecimiento de la productividad, la cual ha sido mayor en estos últimos sectores que en los primeros. Si los precios son menores en los sectores donde la productividad es mayor, solo una gran subvaluación permanente de la moneda nacional podría asegurar que los precios de los transables sean mayores que los de los no transables. Si el tipo de cambio se mantiene en los niveles requeridos por el equilibrio y la competitividad, y si existe un diferencial de productividad a favor de los transables, el déficit estructural y permanente en la balanza comercial nunca puede ser el resultado de una política deliberada de sobrevaluación del tipo de cambio.

Tercer Tiro

Si las exportaciones crecen (aunque las importaciones crezcan más rápido) habría que concluir que la permanencia del déficit no es una prueba del fracaso del modelo económico vigente, pues si el crecimiento no es explicado por superávits comerciales con el exterior, sino por la dinámica de la demanda interna (consumo e inversión privada más gastos del Gobierno), dicho déficit comercial estructural lo que estaría indicando es una insuficiencia de ahorro por parte del sector privado con respecto a sus niveles de inversión, lo que corroboraría el planteamiento de su muy poco ahorro. Es absurdo el planteamiento de que el endeudamiento público es una muestra de la insostenibilidad del modelo, pues dicho endeudamiento es el resultado de un nivel de inversión del sector público mayor a su ahorro. Más absurdo es el planteamiento de algunos asesores locales de que todo crecimiento de una economía pequeña no fundamentado en el sector externo es insostenible, pues en el caso local, lo que demuestra la historia económica reciente es que el déficit normal que produce el crecimiento basado en la demanda interna ha sido y es financiable y sostenible.

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