En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
El FMI ha dicho que si se deteriora el entorno internacional, una mayor flexibilidad del tipo de cambio aumentaría la capacidad de la economía para absorber las consecuencias. Algunos periodistas y comentaristas locales han interpretado que eso equivale a una recomendación para que se devalúe la moneda nacional. Flexibilidad cambiaria y deterioro del entorno internacional mayor a lo previsto, son las dos ideas fundamentales. Un régimen cambiario de flotación administrada es por definición flexible, y el mismo FMI ha dicho que ese es el adecuado para una economía como la dominicana. En ese régimen el tipo de cambio es flexible, pero cuando sus movimientos no se corresponden con los fundamentos reales, los bancos centrales pueden hacer intervenciones de mercado, comprando o vendiendo divisas. Si ocurre un deterioro del entorno internacional mayor al previsto, y el mismo es temporal, la capacidad de la economía para reaccionar no se debería medir por la facilidad con que suba el nivel del tipo de cambio. En esas circunstancias muchas veces los bancos centrales recurren a las reservas internacionales para absorber el choque externo negativo.

Segundo Tiro

La flexibilidad cambiaria no significa que el tipo de cambio debe reaccionar a cambios temporales en variables nominales. La temporalidad o permanencia se convierte así en asunto crucial. Si se produce un aumento temporal en los costos internos de producción, la flexibilidad cambiaria no puede ser equivalente a una devaluación de la moneda, pues la pérdida de competitividad no proviene de un tipo de cambio subvaluado.  En el caso del entorno internacional, los cambios pueden ser aun más temporales. Solo si el deterioro de este es permanente, el tipo de cambio debe ser lo suficientemente flexible para absorber el impacto, pues en ese caso se estaría ante un aumento permanente del déficit corriente con el exterior. Hubiese sido un absurdo subir el tipo de cambio cuando el barril de petróleo superó los 140 dólares el barril, como lo sería también responder de la misma manera ante las volatilidades actuales de su precio. El tipo de cambio se ha movido y se mueve en consonancia con los fundamentos reales internos y externos, pero no hay ninguna evidencia de que los mismos se estén deteriorando.

Tercer Tiro

Tampoco hay ninguna evidencia que sugiera que el peso dominicano está sobrevalorado, o de que el déficit con el exterior requiere de un aumento de la tasa de cambio. Si se compara con las fuertes sobrevaloraciones de las monedas de muchos países asiáticos, el tipo de cambio de la moneda nacional es altamente competitivo. El déficit corriente con el exterior está afectado por el choque externo temporal, y si se elimina dicho efecto, el mismo quedaría en el nivel que se corresponde con el ahorro y la inversión interna, y que es financiable sin deteriorar la sostenibilidad de la deuda externa pública y privada. Tampoco se puede argumentar que la falta de flexibilidad cambiaria se refleja en que las reservas internacionales son menores que a principios de año, pues dicha reducción tiene como contrapartida una menor deuda pública en moneda extranjera. La producción nacional está en aumento, y el sistema cambiario asegura que su precio en moneda extranjera sea flexible, y esa es la esencia del concepto de flexibilidad cambiaria. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas