En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Así como la trayectoria de un cuerpo cambia por la influencia de diferentes fuerzas, así también las proyecciones de las variables macro-económicas se revisan a la luz de los últimos datos y acontecimientos. Bajo los efectos del estímulo fiscal y monetario, y con un mayor apalancamiento producido por la mejora del entorno internacional, no sería sorprendente que durante el primer semestre del año la economía se coloque en una senda de crecimiento cercana o superior al potencial. A pesar de que para el segundo semestre se prevé un retiro ordenado y gradual del estímulo fiscal, el resultado acumulado al final del año podría ser un crecimiento por encima del contemplado en el acuerdo con el FMI. En la medida en que el turismo y las exportaciones nacionales y de zonas francas se recuperen (cediendo la demanda interna el espacio a la externa), el estímulo monetario se hará menos necesario, pero su retiro gradual y su efecto rezagado podrían determinar que sus consecuencias se sientan durante todo el año en curso. Como en la mecánica clásica, la inercia del movimiento continua después del retiro del efecto de una fuerza.

Segundo Tiro

El crecimiento del consumo y la inversión privada financiada con el crédito de los intermediarios financieros domésticos, y de la inversión pública financiada con recursos externos, han sido dos importantes fuerzas que han mantenido en movimiento permanente a la economía. Sin embargo, los datos sugieren que el ahorro de los hogares está aumentando más que su consumo, y lo inverso estaría sucediendo con las inversiones de las sociedades no financieras. Si las diferencias entre ahorro e inversión de todo el sector privado se compensan, entonces solamente el déficit del sector público consolidado sería equivalente al déficit corriente con el exterior. Este déficit está siendo financiado casi en su totalidad con recursos externos, y se espera que el mismo pase de negativo a positivo en el segundo semestre. Si a lo anterior se agrega la mejoría del entorno internacional, principalmente la recuperación de la economía americana, el resultado también podría ser un resultado de cuenta corriente con el exterior mejor al contemplado en el acuerdo con el FMI.

Tercer Tiro

En el segundo semestre las condiciones cambiarias mejorarían notablemente: la oferta de divisas amentaría con la recuperación de las exportaciones y los desembolsos de recursos externos pendientes, mientras que la atenuación de los estímulos fiscales reducirían su demanda. Mantener el tipo de cambio nominal del mercado alineado con el tipo de cambio real de equilibrio seguirá siendo un gran reto, pues el crecimiento de la demanda externa requiere de un tipo de cambio competitivo. Desde el punto de vista de la competitividad, lo importante es que el tipo de cambio refleje la relación entre los precios internos y externos de los bienes y servicios que forman la balanza comercial. Si la oferta de divisas crece mucho durante el segundo semestre, la acumulación de reservas internacionales, acompañada de un incremento en las operaciones de mercado abierto, sería una alternativa para mantener un tipo de cambio competitivo. Aunque el acuerdo con el FMI no contiene proyecciones especificas, hay que convenir que la trayectoria del tipo de cambio también está sometida a múltiples fuerzas.

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