En la Diana

<P>En la Diana</P>

Primer Tiro

Hay igualdades o restricciones que siempre tienen que cumplirse: lo vendido es igual a lo comprado, el activo es igual al pasivo, y el gasto más  el déficit o menos el superávit tiene que ser igual al ingreso. Todo déficit tiene que financiarse, y ninguna entidad o persona puede producir déficit permanente, pues su deuda tendría que crecer infinitamente, lo cual no es posible. Nadie puede consumir más de lo que produce de manera infinita. Se incurre en un déficit con el exterior cuando una economía gasta más de lo que produce como ingreso,  pues el exceso de lo consumido o gastado tiene que venir de fuera. El déficit lo puede producir el sector privado o el sector público. Si una economía está creciendo por debajo de su potencial, puede ser conveniente que el gasto sea mayor que el ingreso, pero hay que identificar la posible fuente de financiamiento del déficit, pues a diferencia de la física, en macroeconomía no hay aceleración que permita escapar de la fuerza del cumplimiento de las restricciones financieras.

Segundo Tiro

Son muchos los factores que hay que tomar en cuenta para financiar el déficit resultante de un gasto público mayor al ingreso. Si el financiamiento interno es limitado, si la falta de historial de pago para los bonos de deuda pública interna restringe su demanda, y si los mercados internacionales privados se niegan a prestar porque consideran que el monto de esa deuda es alta, entonces un déficit del sector público no financiero tendría que ser financiado con crédito de organismos internacionales o de otros gobiernos. Son estos factores los que los mercados podrían estar tomando en cuenta para terminar de convencerse de que el presupuesto del Gobierno es financiable, pues también se tiene que tomar en cuenta que para un Gobierno las restricciones pueden ser más poderosas que para el sector privado. El déficit de un consumidor o inversionista privado puede ser financiado fácilmente con el superávit de otro. Pero como en asuntos comerciales, para prestarle al Gobierno, otras restricciones aplican.

Tercer Tiro

Todo parece indicar que en la situación actual es más deseable estimular la economía tratando de que sea el sector privado el que aumente su gasto. El gasto privado es mayor mientras menor es la tasa de interés, pues más rentable se hacen las inversiones y más conveniente es consumir en vez de ahorrar. Las evidencias empíricas más elementales muestran resultados: la flexibilización de la política monetaria produjo una reducción de la tasa de interés, la que se está traduciendo en un aumento del crédito y del gasto del sector privado. Pero mientras más las entidades del sector publico (incluyendo a las empresas eléctricas propiedad del Gobierno) tomen en cuenta que todo exceso de gasto tiene que ser financiado, así mismo aumentará la confianza del sector privado y más crecerá el impacto de la reducción de la tasa de interés en el crecimiento del gasto. Como la confianza, hay cosas que no tienen precio, para todas las demás, existen las restricciones.

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