En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Mientras los datos reales muestran una fuerte aceleración del ritmo de crecimiento, las encuestas reflejan que también las expectativas con relación a la magnitud del mismo han aumentado considerablemente. Aunque las expectativas estén alineadas con los fundamentos, no hay duda de que el gran desafío de la política macro-económica es y seguirá siendo mantener a raya la inflación y asegurar un saldo financiero del sector público y del sector externo que no entorpezca el robusto proceso de crecimiento en marcha. Ese crecimiento podría mantenerse aunque el estímulo fiscal sea retirado durante el segundo semestre, pues  se trataría de una disminución ordenada del gasto público, de una magnitud, velocidad e intensidad tal que el gasto total de la economía no sea sometido a un frenazo. Al final debe obtenerse un resultado presupuestario igual al planeado, con una posición de neutralidad y sostenibilidad fiscal. Una situación como esa crearía el espacio para que el gasto privado sustituya al público, y para que se mantenga la velocidad del crecimiento.

Segundo Tiro

La aceleración del gasto privado puede ser una fuerza que mantenga el alto ritmo de crecimiento de manera permanente. Pero es importante que el sector privado tenga en cuenta que las evidencias empíricas muestran que el crecimiento puede colocarse en un nivel cercano al potencial, sin producir fuerzas inflacionarias y devaluatorias. El incremento anual de los precios asociado al ritmo de crecimiento y a la política monetaria (inflación subyacente) es menor al 3%. Con una apreciación permanente del dólar norteamericano, el petróleo podría mantenerse a la baja, colocando la inflación del año por debajo de lo previsto.

Pero también se deben evaluar cuidadosamente el balance entre los riesgos macro-económicos internos y externos. Los fundamentos reales muestran que no existe ningún riesgo de una sobre devaluación de la moneda, e inclusive, en las condiciones actuales, el crecimiento puede ser simultáneo a la apreciación cambiaria.  

Tercer Tiro

La mejoría en la calificación del riesgo crediticio y el creciente apetito de los inversionistas internacionales por los mercados emergentes podrían producir un fuerte aumento de la inversión extranjera y de otras entradas de capitales hacia la economía, en cuyo caso la política monetaria tendría que reaccionar para evitar una reducción del tipo de cambio que perjudique a los exportadores.

Ni siquiera en ese escenario se podría predecir que se procedería a abandonar la política monetaria anti cíclica. Pero si el tipo de cambio es flexible, la tasa de interés debe serlo todavía más, y aunque puede mantenerse baja por mucho tiempo, la misma debe ser cónsona con el ritmo a que marche la economía. Toda política monetaria cambia, y cuando es anti cíclica, cambia en función de la trayectoria real y prevista del ciclo de la economía. Aunque el crédito bancario sigue creciendo, todavía no hay señales que conduzcan al inicio del retiro del estimulo monetario.

 Empresarios, inversionistas y todo el sector privado debería tener pendiente que aun con baja tasa de interés, factores externos podrían redistribuir los riesgos macro-económicos, haciendo posible que el alto crecimiento, coexista con un fuerte anclaje y estabilidad del tipo de cambio.

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