En la Diana

En la Diana

ROLANDO REYES
Primer Tiro
Inversionistas, ahorrantes y empresarios con activos y pasivos en dólares, y todos los que quieren preservar el valor de su riqueza financiera deben estar analizando las perspectivas a corto plazo de la tasa de cambio. Existen indicios suficientes de que la misma se mantiene en la frontera de su valor de paridad de equilibrio, y las reservas del Banco Central mantienen la más alta cobertura histórica de la emisión monetaria.

Pero el diferencial de la tasa de interés local con respecto a la internacional es mucho más alto del que se requiere para compensar el riesgo país. Un resultado electoral en la primera ronda podría ser el detonante de un proceso de entrada de capitales propiedad de inversionistas extranjeros que están esperando una señal de que habría continuidad en la coherencia y consistencia de la política actual. Si el Banco Central decidiese no comprar todo el exceso de oferta que presentaría el mercado, la tasa de cambio podría registrar un importante descenso. Cosas sencillas, simples posibilidades.

Segundo Tiro
El Banco Central acaba de publicar sus estados financieros auditados correspondiente a sus operaciones del año 2007. La opinión sin salvedad emitida por los auditores externos (Price Waterhouse) significa que el balance al cierre del año refleja completamente las operaciones monetarias realizadas durante el mismo.

Y como los activos son suficientes para respaldar el total de los pasivos, las obligaciones representadas por los certificados y demás títulos tienen la misma naturaleza, el mismo respaldo y el mismo grado de exigencia que la emisión monetaria. Por tanto, el planteamiento de que el Banco Central tiene una pérdida acumulada igual al monto de los certificados registrados en el pasivo de su balance general es un error incompatible con los principios de auditoria y de las normas financieras internacionales.

Como las empresas respaldan sus deudas con sus activos, así la emisión monetaria y los certificados cuentan con el respaldo de la solvencia de la institución emisora. Eso dicen los estados financieros auditados.

Tercer Tiro
A diferencia de otros países, aquí la política monetaria se realiza con títulos emitidos por el mismo Banco Central. En los demás países los bancos centrales compran (cuando deciden aumentar la emisión monetaria) o venden (cuando deciden contraerla) títulos emitidos por el Gobierno, y por supuesto, los intereses devengados por dichos títulos corren por cuenta de los gobiernos.

Por tanto, si se quisiera comparar el costo de la política monetaria local con las de otros países, se debería de excluir de las partidas de gastos el monto de los intereses devengados por los certificados y los demás títulos con los que ésta se ejecuta. Si es el banco central nacional el que emite los títulos con los cuales se afecta la emisión monetaria, el costo de sus pasivos siempre será mayor que el rendimiento de sus activos.

Pero si el costo de la política monetaria es cubierto con títulos emitidos por el gobierno local, entonces siempre se producirá un aumento de activos que cubrirá el aumento del pasivo. Este es el caso dominicano, y quien quiera comprobarlo, diríjase a los estados financieros auditados.

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