¡En la diana!

¡En la diana!

ROLANDO REYES
Hay que narrar e interpretar la historia completa: el paciente estaba grave, pues tenía altísima presión cambiaria, infla(ma)ción aguda de precios, y estaba muy debilitado. Para colmo, había perdido completamente la confianza en el médico. 

Escogió un nuevo médico que no solamente le inspiró alta credibilidad, sino que también llegó con un diagnostico que le permitió iniciar inmediatamente el tratamiento. Lo primero que hizo fue aplicar un torniquete para disminuirle la circulación monetaria que tenía en exceso, lo que unido a la recuperación de su confianza (cambio de expectativas), produjo una reducción de la inflación de precios y de la presión cambiaria.

Primer Tiro

 Para llevar estos indicadores a niveles normales, diseñó e inició un tratamiento fiscal y cuasifiscal especial e intensivo, lográndolo en muy corto tiempo, y ganándose de paso, la cooperación del paciente. El resto era lograr que el paciente recuperara sus niveles normales de actividad.

Segundo Tiro

A los tres meses ya el paciente iniciaba sus actividades normales, y para sorpresa de otros muchos médicos novicios e  incrédulos, su ritmo de actividad aumentaba con el tiempo. Pero el médico continuó con el tratamiento, el cual incluía además una dieta balanceada de ingresos y gastos, e inyecciones apropiadas de liquidez, pues su experiencia le indicaba que cualquier exceso o deficiencia de tales componentes podían provocar una recaída. También le previene contra factores contaminantes externos, tales como las crisis de los mercados internacionales, para lo cual siempre tiene a mano poderosos antídotos de reservas internacionales. Y es así como el paciente ha logrado una mejor salud, y es ahora mucho mas productivo que a inicios del tratamiento. Su recuperación ha sido hasta milagrosa, pues pudo evadir el mal de la trinidad imposible, el cual le produciría nuevamente inflación de precios o alta presión cambiaria, siempre y cuando siguiera expuesto a los flujos de capitales externos.

Tercer Tiro

Aunque el paciente ha sido dado de alta,  requiere vigilancia estrecha, pues virus altamente contaminante rondan en el ambiente. Pero esta llegando el momento en que deberá decidir con que médico continuar. Uno de los que aspira a asumir tan delicado compromiso, le está proponiendo un cambio en el tratamiento. Pero es conveniente que sepa que una reducción de la tasa del impuesto sobre la renta significa un alto riesgo de recaída, pues podrían disminuir sus ingresos, y si sus gastos siguen iguales, podrían dispararse sus indicadores de inflamación y de alta presión. Seria el costo de no seguir la regla (dieta recomendada) de que los gastos deben estar en consonancia con los ingresos. No basta con que el paciente haya sido dado de alta. Un cambio de tratamiento podría producir un déficit, el cual es una de las causas primarias de los procesos inflamatorios y de alta presión. El paciente debe seguir bajo vigilancia y tratamiento. Hay muchos médicos, sin o con propuestas de tratamiento diferentes al actual, y este es el problema del paciente, pues es seguro que no sea posible elegir a cualquiera de ellos sin riesgo de elegir al mismo tiempo el tratamiento equivocado.

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