En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Como que Dios existe, así también hay otras verdades absolutas que no necesitan demostración, pues se manifiestan al espíritu con absoluta claridad, y en macroeconomía, el  que la inversión es la locomotora del crecimiento quizás sea una de las mas importantes. Y aunque miles de billones de trillones de neuronas han gastado infinitas energías en tratar de demostrarlo, también  es una verdad absoluta que la inversión privada depende de las expectativas o proyecciones futuras de empresarios e inversionistas. De manera coherente y sistemática, a mediano y largo plazo las expectativas siempre estarán alineadas con lo que se puede esperar de la situación real de la economía, y con el tipo de política macro-económica actual y esperada a corto plazo. Son muchas las evidencias teóricas y empíricas que demuestran el impacto de la consistencia y coherencia de la política macro-económica en la formación de las expectativas. Pero como en la Fe, las expectativas se forman con lo que se entiende y se ve.

Segundo Tiro

Hay algunos grupos o instituciones cuyas demostraciones  pueden ser aceptadas fácilmente por el resto de las comunidades. Si el FMI es uno de ellos, entonces su demostración de que fundamentos más sólidos dan dividendos debería conducir a la aceptación como verdad de que una  política monetaria creíble, confiable y alineada es el principal instrumento para amortiguar los impactos de la crisis internacional. El FMI es claro en el planteamiento de que en algunos casos el estimulo a través del gasto público podría ser contraproducente, dependiendo de los resultados fiscales y de la sostenibilidad de la deuda pública. Lo que se demuestra es que cuando el espacio fiscal no existe o es muy reducido, una política monetaria creíble y previsible, con instrumentos que pueden influir en la cantidad de dinero y las tasas de interés del mercado financiero, se convierte en la única alternativa de lucha contra las fuerzas recesivas provenientes del exterior. El Banco Central y  las autoridades monetarias ya lo  habían explicado, pero para creer, a veces es necesario que otros nos hagan ver.

Tercer Tiro

Se puede plantear un teorema macro-económico para demostrar que cuando no se toma en cuenta la restricción del financiamiento se puede llegar a una  aritmética fiscal desagradable. Las expectativas del mercado se han formado partiendo de la verdad absoluta de que el déficit fiscal solo puede ser financiado con recursos internos (del público y los bancos) o externos (bilateral, acreedores privados, FMI y otros organismos internacionales), pues la imposibilidad del Banco Central de financiar dichos déficits es otra verdad absoluta. Pero si una expansión del déficit del Gobierno más allá de lo que toleran las cuentas y la situación fiscal no puede ser financiado con recursos externos, entonces el mercado incorporará en sus expectativas que aumentará su demanda de financiamiento interno, lo cual no sería consistente con el objetivo de la política monetaria de estimular el financiamiento al sector privado. Las expectativas de inflación y devaluación podrían cambiar, y se podría confirmar la desagradable aritmética de  que sin financiamiento externo del déficit del Gobierno, los estímulos monetarios y fiscales serían poco eficientes.

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