En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Sin financiamiento externo del FMI o de otra fuente, un mayor estimulo fiscal a través de una expansión del gasto podría ser contradictorio con objetivo de fomentar la inversión privada a través de una reducción de la tasa de interés y mayor flexibilización de la política monetaria. En la medida en que el déficit tenga que financiarse con recursos internos, en esa misma medida será necesario aumentar el ahorro y reducir la inversión privada, pues sin financiamiento externo, la contrapartida de un déficit del sector público debe ser un superávit del sector privado. Para que eso suceda se tendría que abandonar la política monetaria flexible, pues para que aumente el ahorro y disminuya la inversión del sector privado sería necesario aumentar la tasa de interés. La señal contradictoria entre la política monetaria y la fiscal sería obvia y contundente. Sin financiamiento externo lo anterior es casi imposible de evitar, a menos que se recuperen los ingresos fiscales o que la demanda de financiamiento interno sea muy limitada. El país podría convertirse en un exportador neto de capitales. La conclusión es simple: sobran razones para justificar una nueva emisión de bonos soberanos.

Segundo Tiro

Dos restricciones a la estimulación de la economía a través del gasto público: 1) Sin financiamiento externo, y si no se quiere entrar en contradicción con los objetivos de estimulación de la actividad económica que persigue  la política monetaria, entonces el Gobierno debería entrar en un proceso de contracción del gasto público. Es obvio que éste sería el escenario más difícil y casi imposible de lograr, pues el espacio para reducir el gasto es muy reducido. Más aun, las mayores posibilidades de recortar el gasto estarían por el lado de la inversión, lo que se traduciría en una medida pro cíclica (amplificando los impactos recesivos de la crisis). 2) Sin financiamiento externo, la única forma de estimular la economía a través del gasto sin sacrificar los efectos de la flexibilización de la política monetaria es limitando el financiamiento bancario interno al exceso de liquidez bancaria disponible y a lo que se pueda obtener mediante la venta de títulos de deuda pública interna al público general. 

Tercer Tiro

Tres razones suficientes para un acuerdo con el FMI: 1) En cualquier caso, el mantener un déficit fiscal alto como medida de estímulo a la economía tiene un impacto en la sostenibilidad fiscal y podría tener alguna relación con el estado general de las expectativas de inflación y devaluación. Con el FMI se podría negociar con precisión el límite del déficit y garantizar su consistencia con los objetivos monetarios y las proyecciones de inflación y devaluación. 2) En una situación en la que está aumentado la deuda pública externa, es muy recomendable la acumulación de reservas internacionales y la obtención de superávits en la balanza de pagos. Los recursos del FMI van directamente a las reservas y un acuerdo facilitaría desembolsos de otras multilaterales. 3) Un acuerdo con el FMI bajaría aun más el riesgo país y se reduciría el costo de cualquier financiamiento externo, incluyendo los mismos bonos soberanos.

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