En la Diana

En la Diana

Primer Tiro

Es verdad que “la emoción arrastra y domina las ideas”. Pero el mismo Gracián aconseja que te pongas “en el lugar del que te discute, y se comprenderán mejor”. Por eso conviene pensar que algunos no han entendido que la economía está avanzando hacia el punto del PIB potencial, y que vano serían los estímulos fiscal y monetario que se han aplicado si el crecimiento de la economía y del empleo no se estarían verificando. No consideran que lo relevante es la brecha actual con respecto al PIB potencial. Alcanzado ese nivel, la economía se encontraría produciendo a toda capacidad, y el nivel de empleo también llegaría al punto máximo. Aunque el empleo de los trabajadores y el uso de la capacidad productiva no se producen con la misma velocidad e intensidad en todas las industrias, a largo plazo, más crecimiento debe generar mas empleo, independientemente de los incentivos, política de fomento al desarrollo productivo, o cualquier otro criterio con que se intente concretizar el concepto de “modelo de crecimiento”. El “modelo” debería ser evaluado por el empleo creado, no por el desempleo, pues este último no depende solamente del crecimiento. 

Segundo Tiro

El desempleo y  la calidad del empleo generado son los aspectos vinculados al crecimiento, y en debate está su relación con las políticas públicas. El nivel de desempleo fluctúa no solamente porque el impacto del crecimiento es diferenciado entre sectores e industrias, sino porque también factores estructurales ligados a la dinámica poblacional hacen que la Población Económicamente Activa (PEA) también fluctúe, y de manera mas errática que el nivel de empleo. Por eso es el empleo el que  se asocia con el crecimiento, y las estadísticas disponibles muestran de manera contundente la relación positiva entre ambas variables. En solo dos de los años comprendidos en el periodo 1991-2009 no se verificó una relación positiva entre crecimiento y nivel de empleo. Igual comportamiento presenta la Tasa de Ocupación (PEA ocupada entre población en edad de trabajar), que es una forma ampliada de medir el nivel de empleo. Crecimiento y empleo son en macroeconomía lo que son en Gracián la fama y la fortuna: las dos van a una.

Tercer Tiro

El saber se debe combinar con la correcta intención, aconseja el Maestro, y por eso hay ciertos cálculos económicos cuya consistencia debe verificarse aritmética, estadística y macro-económicamente. Si los empleos creados por el crecimiento económico fueran de baja calidad, entonces la productividad del trabajo debería estar disminuyendo, o por lo menos mantenerse estancada. Pero resulta que el ingreso real por trabajador ocupado (la medida por antonomasia de la productividad) ha aumentado de manera permanente desde 2004 hasta la actualidad. Y si los nuevos trabajadores entraran exclusivamente al sector informal, entonces la proporción de cotizantes de la Seguridad Social (trabajadores inscritos y ocupados en empresas que pagan dicha contribución) con respecto al total de trabajadores ocupados, debería estar disminuyendo. Pero resulta que los datos disponibles reflejan que desde el 2004 hasta la fecha ha sucedido todo lo contrario. He aquí sólo algunas evidencias de la relación entre crecimiento, el volumen del empleo y su calidad. Podrían citarse otras, pero guardando distancia y sin reclamar razón absoluta, quizás cabe otra sentencia del Maestro: lo bueno, si breve, dos veces bueno.

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