En la Diana

En la Diana

ROLANDO REYES
Primer Tiro

Una de las estadísticas económicas más difíciles de construir es la del resultado de las transacciones con el exterior. Una muestra de esta dificultad es la existencia en la balanza de pagos de una cuenta (errores y omisiones) que recoge el valor de las transacciones que no se registran en las otras cuentas.

Esta cuenta es la que recoge las subvaluaciones de importaciones, las sobrevaluaciones de exportaciones, las pequeñas remesas entrantes y salientes, y otras transacciones que no puede registrar la contabilidad de balanza de pagos. El resultado de las transacciones corrientes con el exterior es más difícil de cuantificar que el de las transacciones de capital, pues es más fácil por ejemplo detectar las salidas y entradas de capital en forma de inversión directa, movimientos de capital financiero y de reservas internacionales, que el de las subvaluaciones de importaciones. Son estas las razones por las cuales no se puede analizar el resultado de las transacciones corrientes sin tomar en cuenta los resultados de las demás cuentas externas.

Segundo Tiro

No se debería plantear que todo aumento del déficit corriente con el exterior es un indicador de deterioro de la sostenibilidad de las cuentas externas o de un sobrecalentamiento de la economía. Es el caso por ejemplo de una mayor valoración de las importaciones, en el que solo contablemente se produciría un aumento del saldo deficitario de las transacciones corrientes. Pero si el tipo de cambio está en su nivel de equilibrio y la economía está creciendo a tasas por encima o cercana a la potencial, las importaciones no aumentan por un menor precio relativo, sino por el componente importado del consumo y la producción local. Se concluye entonces que sería un gran error el utilizar un marco analítico en el que el saldo de las transacciones corrientes es solo función del tipo de cambio, sin tomar en cuenta el ritmo al que está creciendo la producción y el ingreso nacional. Si la tasa de crecimiento del PIB es sostenible en el tiempo, entonces también debería serlo el resultado de las cuentas corrientes externas.

Tercer Tiro

Las reservas internacionales liquidas del Banco Central superan en más de 550 millones de dólares a la meta establecida en el Programa con el FMI. La diferencia entre el rendimiento de los activos financieros del sistema bancario doméstico y los del mercado financiero internacional reflejan la diferencia entre los precios de dichos activos. El Programa Monetario está diseñado para reaccionar a cualquier cambio interno o externo que afecte la meta de inflación. Por tanto, los dirigentes empresariales y los economistas profesionales deberían tener claro que la política monetaria reaccionaría a los cambios en el rendimiento de los activos o en el resultado fiscal, introduciendo los ajustes en las tasas de interés de sus operaciones que sean necesarios. No hay que hacer ejercicios complicados, pues el saldo corriente con el exterior no refleja un desbalance cambiario, y los ajustes necesarios para equilibrar todas las cuentas externas están contemplados en el Programa Monetario.

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