Primer Tiro
Parece que no hay suficiente luz para iluminar la principal lección del fracaso de una gestión eléctrica: la capacidad instalada y la producción de electricidad es importante, pero más importante y urgente es la ejecución de un plan para  recuperar la sostenibilidad financiera (cuando los ingresos son iguales a los gastos más las inversiones) de las empresas públicas eléctricas y, por ende, de todo el sector eléctrico. Una de las principales causas de la insostenibilidad ha sido el otorgamiento de contratos que pagan potencia instalada y aseguran demanda mínima por largos años, y han sido un  drenaje permanente de los flujos de pagos que requiere la sostenibilidad de las empresas eléctricas. Es el pecado eléctrico original que precede a la estatización de la generación. No es posible soportar la condena de una compra obligatoria de una electricidad que en vez de liquidez lo que hace es mandar a la hoguera parte de las finanzas públicas. Una condición necesaria para el éxito de un plan de recuperación de la sostenibilidad es salir de los contratos actuales. Más contratos y el crujir y el rechinar de dientes serán eternos.

Segundo Tiro

Una nueva arquitectura del sistema eléctrico es también una condición necesaria para recuperar la sostenibilidad financiera del mismo. Para que la compra de electricidad al productor que la venda más barata sea coherente y consistente con una rápida recuperación de la sostenibilidad, es necesario permitir que cualquier generador que quiera vender electricidad se pueda conectar al sistema, y que cualquier conjunto de clientes que quieran ser no regulados se pueden desconectar del sistema y formar uno aislado. El posibilitar que la capacidad instalada de todos los autogeneradores (grandes y pequeños) se pueda utilizar en sistemas aislados y no regulados restaría presión de demanda al sistema interconectado y bajaría los costos de producción. Bajo esta nueva modalidad de generación, la distribución puede permanecer separada de la misma, y rápidamente puede entrar en vigencia la tarifa técnica (cuando el precio es igual  a todos los costos), pues la misma se calcularía tomando en cuenta un costo de distribución de una empresa distribuidora eficiente.

Tercer Tiro

Para que la distribución de electricidad sea un negocio eficiente se requiere invertir en redes, medidores y otros activos de distribución y comercialización, a lo cual hay que sumarle lo requerido para la compra de los contratos de los generadores. Para llegar a la situación sin contratos, con distribuidoras capitalizadas y tarifas que reflejen los costos totales, las acciones adicionales deberían ser los siguientes: 1) calcular y negociar el valor de los contratos tomando en cuenta la compra reciente de la Barrick. Pagar los mismos con emisión de bonos de largo plazo  en moneda nacional. 2) capitalizar las empresas distribuidoras con los recursos equivalentes a la participación del Estado en la venta de los contratos de Haina e Itabo. 3) proceder a licitar las tres empresas distribuidoras con los índices de recuperación de efectivo y costos de distribución proyectados como criterios básicos de selección. Ojalá que Dios ilumine a los actores responsables, y que se produzca luz, más luz, para que la recuperación de la sostenibilidad alumbre el camino que conduce a un país sin apagones.