En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
El nivel general de precios de una economía pequeña y abierta que enfrenta un choque externo negativo siempre será mayor que el que se registraría en ausencia del mismo. La inflación de muchos países pequeños de la región está por encima de lo que tenían previsto sus bancos centrales. Por eso constituye una verdadera falacia el planteamiento de que el Banco Central ha perdido el control de la inflación, pues tal afirmación debería tomar en cuenta el efecto de los aumentos de precios de los bienes que se importan, y su importancia en la inflación doméstica. Como un 52% de los rubros sobre los que se calcula la inflación están afectados por los precios internacionales, la intensidad del choque externo negativo puede explicar la aceleración de la misma, y que ésta se haya salido del rango previsto en el Programa Monetario del Banco Central. El hecho de que a julio la inflación de los bienes no transables sea casi igual a la mitad de la general, es un buen indicador del impacto acelerador del choque externo sobre el nivel general de precios.

Segundo Tiro

Si una gran parte de los precios internos siguen los movimientos de los internacionales, si las tasas de interés se han movido para ajustar el consumo y la inversión privada, si el déficit global del sector público se reduce a los niveles previstos en el Programa Macroeconómico, y si el tipo de cambio también se mueve, entonces puede esperarse que se produzca un ajuste de la demanda interna que coloque el déficit corriente con el exterior en niveles sostenibles y financiables. Pero las recientes oscilaciones de los precios del petróleo demuestran que la intensidad del choque externo es volátil e impredecible, y que las políticas de ajustes internos tienen que ser cuidadosamente diseñadas para evitar una sobrerreacción. El mecanismo de ajuste a través de los precios internos es flexible y simétrico, mientras que ha quedado fehaciente demostrado que el ajuste a través de las tasas de interés también es rápido y funciona tanto hacia arriba como hacia abajo.

Tercer Tiro

Si los precios y las tasas de interés se han movido en la dirección requerida, faltaría por determinar la magnitud de la depreciación cambiaria demandada para completar el ajuste. Pero hay que tener muy en cuenta que la devaluación del tipo de cambio tiene el mismo efecto que el choque externo negativo, y que si ambos fenómenos se producen simultáneamente, se podrían producir aumentos adicionales e innecesarios de la inflación. La cuestión a  responder es si un aumento de la inflación hasta la frontera del 7%, un incremento de 275 puntos básicos en la tasa de interés de política monetaria del Banco Central, y si una devaluación del tipo de cambio cercana al 4%, son o no suficientes para producir el ajuste interno requerido. ¿Se puede cuestionar que las reservas internacionales se muevan en función de la necesidad de absorber parte del choque externo? ¿Debería el Banco Central permitir una devaluación más allá de lo requerido por el ajuste? ¿No se deben utilizar las operaciones cambiarias para mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio? Posiblemente éstas sean las verdaderas e  importantes cuestiones que deberían ocupar las mentes de economistas y escribidores.

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