En la Diana

En la Diana

ROLANDO REYES
Primer Tiro

El riesgo real que para la economía dominicana representa la crisis crediticia en Estados Unidos está dado por la probabilidad de una disminución del ritmo de crecimiento en ese país. Según las informaciones que traen los cables de prensa, esto no ha acontecido en lo que va de año, pues de acuerdo a los mismos, se registró un crecimiento en el último trimestre bastante mayor a lo esperado. Además la reducción de la tasa de descuento y probablemente también de la tasa de los fondos federales podrían mitigar los riesgos de una contracción del crédito y del consumo privado en Norteamérica. De todas maneras, lo cierto es que dada la correlación positiva entre los ciclos de ambas economías, cualquier movimiento en términos de desaceleración del crecimiento en ese país afecta negativamente al ritmo de crecimiento que hasta ahora ha exhibido la economía local. Este impacto no es exclusivo para el caso dominicano, pues otras economías de la región están expuestas a la misma correlación con la norteamericana.

Segundo Tiro
Los títulos del Banco Central han sido todos emitidos a vencimiento y están denominados en pesos dominicanos, lo que desmiente la creencia de que cualquier alteración producto de la crisis inmobiliaria en Estados Unidos provoque retiros de certificados del Banco Central denominados en dólares en manos de no residentes, pues estos no existen. La institución emisora no puede impedir ni prohibir que esos títulos se transen en el mercado secundario, y que sean adquiridos por cualquier inversionista, incluyendo los no residentes. Si éstos decidieran venderlo en el mercado secundario, deberían estar dispuestos a aceptar un gran descuento o reducción en el precio a recibir, lo que podría eliminar una gran parte del rendimiento acumulado en dichos títulos. Una generalización y contagio masivo de la crisis norteamericana quizás podría reducir las entradas de inversión directa, pero no debería afectar al precio del mercado secundario de los títulos emitidos por el Banco Central.

Tercer Tiro
La única razón de origen interno que podría incidir en que los inversionistas no residentes consideren una posible salida del mercado local es el de un déficit fiscal, y esa posibilidad es bien reducida, dado los excedentes presupuestarios que actualmente exhibe el gobierno. Pero es necesario volver a repetirlo: si se toma la decisión política de no continuar con el FMI, el gran reto del Gobierno será convencer al mercado doméstico de que no se perderá el control del gasto público, y eso lo saben muy bien las autoridades políticas y económicas. Pero hay que tomar en cuenta que ante cualquier circunstancia, los inversionistas evaluarán muy bien la capacidad de respuesta del Banco Central, su nivel de reservas y los instrumentos de que dispone para mantener la estabilidad cambiaria relativa. Pero como lo saben los economistas del Banco Central y los que militan en partidos políticos, los mercados son sabios, y no comenten errores de manera sistemática.

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