En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Una parada para otear el camino no interrumpe una marcha, ni un detenimiento para revisar los últimos datos de la economía dominicana no descontinúa el proceso de las revisiones y ejecución del acuerdo con el FMI.

Los dirigentes y gremios empresariales que creen que serían afectados por las medidas necesarias para completar esas revisiones (indexación del precio de los combustibles y cambios en los incentivos fiscales al sector industrial) no están tomando en cuenta que los efectos macro-económicos de dichas medidas en el crecimiento, la sostenibilidad fiscal y el nivel de empleo son tan importantes como sus efectos en los costos de producción. Es posible que no estén tomando en cuenta que una medida impositiva que reduce el ingreso disponible, combinada con otra que disminuye el gasto del Gobierno, se traducirá en una reducción de la demanda agregada, lo que necesariamente produciría un menor ritmo del crecimiento del ingreso y del empleo.

Pero así estaba contemplado, pues es el inicio del retiro del estimulo fiscal.

Segundo Tiro

Una parada súbita producida por una fuerza externa no es lo mismo que una desaceleración controlada.

Si la velocidad del crecimiento debe disminuir por el efecto de la reducción del gasto público, entonces los dirigentes empresariales que demandan reducción del déficit del Gobierno y menor coeficiente de deuda pública no pueden ser los mismos que reclaman un modelo de crecimiento que produzca más empleo, pues entonces el discurso coherente en el pretexto, no lo sería en el texto ni en el contexto. Como lo quieren los empresarios, el gasto del Gobierno reducirá, pero también lo hará la velocidad del crecimiento.

Pero deberían saber que la economía se encuentra lejos de la plena ocupación de la fuerza laboral, y no hay un modelo de crecimiento que produzca muchos empleos con insuficiente gasto público.

 Se dice que las condiciones externas no permiten el alto ritmo de crecimiento actual. Pero no se toma en cuenta que completadas  las revisiones del acuerdo con el FMI, los financiamientos externos esperados producirían una mayor oferta de divisas, y se podrían dar las condiciones para evitar el pago de los altos costos de los frenazos bruscos.

Tercer Tiro

No se transita aceleradamente en un espacio muy curvado, ni tampoco se pisa impetuosamente el pedal del freno.  La disminución del déficit del sector público y su financiamiento externo, compensada con el aumento de la inversión privada, es el camino en el que se debería producir la reducción de la aceleración. Pero el volumen y composición  de la  inversión privada es decisión de los empresarios.

Dadas las políticas públicas de fomento a la competitividad, la inversión privada debería responder a las condiciones que afectan la eficiencia marginal de su capital y a la tasa de interés a que pueden acceder. El costo o ajuste presupuestario del Gobierno crea beneficios para el sector privado, pues la  reducción sostenida del déficit público baja el riesgo global de la economía.

El costo del endeudamiento privado sigue bajo, por lo que la mayor inversión de las empresas puede compensar la menor inversión pública. Así se transitaría la curva, hasta llegar al camino recto que permitiría planear la desaceleración.

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