En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Un sofisma (argumento falso fundamentado en uno verdadero) es una construcción muy perecedera. La afirmación de que la caída de las ventas declaradas a la DGII indica que la economía también ha experimentado una disminución similar es un sofisma, lo que se puede demostrar con cuatro simples planteamientos. En primer lugar, la medida correcta de la actividad económica toma en cuenta datos de empresas y sectores que no reportan el total de sus ventas a la DGII. La mayoría de las unidades productivas del sector agropecuario, la micro y pequeña empresa de la manufactura local, y los pequeños comercios sin contabilidad organizada no presentan ningún tipo  de declaración a la DGII. En segundo lugar, la economía no se mide por las ventas, sino por el Valor Agregado, el cual contablemente es la diferencia entre las ventas y las compras intermedias de bienes y servicios que hacen las empresas que reportan a la DGII y las demás unidades productivas que no declaran. Las ventas reportadas a la DGII son medidas en términos nominales o unidades monetarias, mientras que el Valor Agregado se mide en términos reales, es decir, eliminando el efecto de la inflación.

Segundo Tiro

Las ventas reportadas a la DGII incluyen las compras intermedias que se hacen las empresas entre sí, y si el valor agregado se calculara solamente en base a los datos de dichas empresas, habría que concluir que también las compras intermedias cayeron en el mismo 16.4% en que cayeron las ventas totales, y si los precios de las ventas finales y de las compras intermedias variaron en la misma proporción, entonces el crecimiento del Valor Agregado así calculado sería igual a cero.  En tercer lugar, hay sectores en los que la medida del Valor Agregado Trimestral se hace indirectamente, no a través de las ventas, como es el caso del comercio, hoteles, bares y restaurantes, transporte y almacenamiento, comunicaciones, alquiler de la vivienda (en donde puede que no haya ninguna empresa que declare y presente estados financieros), administración pública y defensa, enseñanza y salud. La suma de estos sectores representa casi la mitad del Valor Agregado total.

Tercer Tiro

En cuarto lugar y último lugar, el Valor Agregado se mide sobre la producción real, no sobre las ventas nominales. Y como la valoración constante se hace con los precios del año anterior, las ventas nominales pueden reducirse aunque la producción real haya aumentado. Ese caso se ha registrado en el sector de las telecomunicaciones. Según las Cuentas Nacionales, durante el primer semestre el Valor Agregado Bruto medido en términos reales creció en un 1.2%, mientras que el PIB lo hizo en 1.4%. Y como estas son cifras ciertas, no puede haber dudas de que las razones anteriormente planteadas explican la diferencia entre el crecimiento positivo observado y el cero crecimiento que se obtendría si el Valor Agregado se calculara sobre las ventas declaradas a la DGII. Se requiere de menos sofisma y menos retórica insostenible para comprobar que la economía puede crecer aunque las ventas que las empresas formales declaran a la DGII disminuyan. Los sofistas de la antigua Grecia no podrían vivir hoy de sus enseñanzas.

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