En la diana

En la diana

[b]Primer tiro[/b]

De acuerdo a razones estrictamente monetarias y financieras, el tipo de cambio debería estar bajando, pues están bajando (y de manera significativa) el medio circulante y la emisión monetaria, mientras que las tasas de interés están subiendo. Sin embargo, en la semana pasada y en el primer día de la que está en curso (esta columna se escribe y se envía los martes en la mañana), ocurrió todo lo contrario. ¿Aumentó la desconfianza en la política económica?. ¿Nerviosismo por la proximidad de las elecciones?. ¿Por qué el Banco Central no anuncia el grado de cumplimiento de las metas obligatorias acordadas con el FMI?. ¿Se ha abandonado la política de suministrar la máxima cantidad de información a los mercados?. ¿Quién responde a estas preguntas?.

[b]Segundo tiro[/b]

Los resultados de las negociaciones con el Club de Paris deben ser informados inmediatamente. No solamente es un asunto crucial desde el punto de vista de la transparencia de la política económica, sino también que también del tratamiento dado a los acreedores privados del Gobierno dependerá el futuro flujo de recursos netos del exterior hacia la economía dominicana proveniente de inversionistas privados. También hay que anunciar en qué cuenta del Banco Central se han depositado los recursos que el Gobierno debió aportar para cumplir con las exigencias del FMI, y si es la misma cuenta en que se depositarán los recursos liberados con la posposición del pago de los US$320 millones de la deuda con el Club de Paris.

[b]Tercer tiro[/b]

Estamos en campaña, y aunque cueste trabajo entenderlo, mientras más claridad, mas posibilidad tiene el proyecto reeleccionista. Financiamiento masivo para la compra de motores, nuevos proyectos para aumentar el endeudamiento publico externo, y promesas electorales que comprometen el uso de recursos públicos, son elementos que aumentan las expectativas negativas y pueden aumentar el tipo de cambio, dando como resultado nuevos aumentos de precios y menos votos para la reelección. Estabilizar y reducir el tipo de cambio, es el objetivo que puede ofrecer la mayor rentabilidad política. Insistimos nuevamente: aunque parezca paradójico, no gastar en campaña es mejor para la reelección que gastar.

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