En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Si algunos analistas y editorialistas quieren saber el significado de los adjetivos de “manejable” y sostenible otorgados por el Banco Central a la deuda pública total, solo tienen que pensar en una situación extrema y diferente a la actual, en la que  al Gobierno y al resto del sector público se le haga difícil o imposible pagar o refinanciar sus vencimientos. Luego deberían identificar  las causas que podrían producir esa situación.  Se darían cuenta de que hay tres variables que inciden directamente en las posibilidades de una crisis fiscal como esa. La primera es la demanda del mercado de los títulos de la deuda pública. A mayor demanda, más fácil es el refinanciamiento y la colocación de nuevos títulos, y menor la probabilidad de una crisis. El 26 de octubre la tasa de interés de los bonos soberanos dominicanos estaba por debajo del promedio de América Latina, y lo demandado en las subastas de los títulos de Hacienda y del Banco Central es casi siempre mayor que lo ofertado, y ambos eventos son pruebas contundentes de una demanda robusta, y del carácter manejable y sostenible de la deuda.

Segundo Tiro

La segunda variable es la composición por moneda de la deuda pública. Mientras mayor sea la participación de los títulos en moneda local, menor es el riesgo cambiario y menor la probabilidad de que la misma aumente por devaluación de la moneda. La deuda en moneda local del Sector Público no Financiero (SPNF) pasó de 13.2% en el 2007 a 35.3% en agosto del cursante año. Cuando se suman los pasivos correspondientes al Banco Central, se concluye que el 57.9% del total de la deuda del Sector Público Consolidado está denominada en moneda nacional.

 Eso ha sido posible sin producir aumentos en las tasas de interés que afecten el crecimiento del PIB.

Una política monetaria no restrictiva y el crecimiento del ahorro financiero de los hogares son los fenómenos que explican que la “pesificación” de la deuda pública y el  alto crecimiento sean eventos simultáneos, los que también producen un efecto favorable sobre el grado de manejable y sostenible de la deuda.

Tercer Tiro

La tercera variable es el plazo de vencimiento, pues mientras más lejos está el compromiso de saldar una deuda, más fácil se hace su refinanciamiento y menor es la probabilidad de no poder pagarla a tiempo. En el documento publicado por el Banco Central se establece que el plazo promedio de la deuda del SPNF es de aproximadamente seis años, y el de los títulos del Banco Central pasó de cuatro meses  en septiembre del 2004 a 3.1 años en Octubre del 2010. Cada quien puede tener su propia idea del significado de manejable y sostenible, pero sin violar la restricción de que ambos indicadores mejoran en proporción al plazo promedio de vencimiento y a la participación de la moneda nacional en la deuda pública total.

Tampoco ningún analista de fuste ni editorialista documentado se atrevería a negar el carácter de manejable sin tomar en cuenta la alta demanda de la deuda pública, pues cuando hay mucha gente dispuesta a prestar, es porque creen que el deudor pagará, de lo contrario no serían tantos los que tienen o desean tener los títulos del Gobierno y del Banco Central.

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