En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Los bancos centrales de todas las economías pequeñas y abiertas juegan un papel básico en sus mercados cambiarios correspondientes, y no solamente porque una devaluación fuera de lo proyectado pueda alejar sus metas de inflación, sino también porque esos mercados normalmente tienen importantes imperfecciones, tales como grandes compradores  y vendedores, cuyas órdenes de compra o de venta pueden representar un alto porcentaje de la oferta o la demanda de divisas. Adicionalmente, un banco central puede operar en el mercado de divisas para contraer o expandir la oferta monetaria, según sus objetivos o estrategia de política monetaria. Por estas razones las reservas internacionales pueden fluctuar, sin que tal fenómeno esté relacionado a una situación de sub o sobrevaloración del tipo de cambio. Como toda variable de acervo, el balance de las reservas depende de lo que entra y lo que sale

Segundo Tiro

Las reservas que se acumulan comprando directamente en el mercado cambiario cuando está aumentando la demanda de dinero no tienen costos financieros, pues la expansión es absorbida por el mercado sin tener que ser esterilizada.

Al cierre del mes de noviembre los cinco agregados monetarios que mide el Banco Central presentaban un crecimiento importante. La base monetaria restringida creció un 2.4% y el medio circulante un 1.1%.

Pero las reservas internacionales netas crecieron en un vigoroso 8.9% y el tipo de cambio se mantuvo estable. Por tanto, por el lado de la liquidez y la oferta de dinero a la economía, la política monetaria no es restrictiva, y quienes han hecho tal planteamiento basados en el hecho de que en el mes de octubre la emisión monetaria restringida cayó en un 0.63%, deben tomar en cuenta que el componente billetes emitidos aumentó en 0.25%, y que los depósitos que los bancos deciden mantener en el Banco Central disminuyó en un 1.43%.

Aunque juntas formen el todo, las partes deben analizarse individualmente.

Tercer Tiro

Lo que puede ser un planteamiento totalmente incorrecto es la afirmación de que la moneda nacional se aprecia y las exportaciones no crecen porque el Banco Central mantiene anclada la inflación a través de una política monetaria que mantiene bajo el tipo de cambio nominal. Aunque la acumulación de reservas y las operaciones monetarias pueden influir en el comportamiento del tipo de cambio nominal, es muy improbable que en el caso dominicano, y en cualquier otro en que se mantenga un régimen de flotación, la política monetaria tengan el poder suficiente para mantener persistentemente sobrevaluada una moneda.

Pero es más grave el error cuando no se toma en cuenta que el fenómeno de la sobrevaloración monetaria va acompañado de bajos niveles de liquidez y de reservas, y los niveles actuales de esas variables no son consistentes con el objetivo de mantener un tipo de cambio bajo. Y aun más: no se toma en cuenta que la gran devaluación que produjo la crisis bancaria no estuvo acompañada de una mejoría proporcional de la balanza comercial.

De la devaluación nominal a la real hay un gran parto, y la mejoría en el sector externo que con ella se esperaría sería eliminada, pues el monstruo de la inflación devoraría la criatura antes de nacer. 

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