En la Diana

En la Diana

ROLANDO REYES
Primer Tiro

La economía se encuentra ante un verdadero fuego cruzado: el Gobierno debe enfrentar los fuertes vientos del choque petrolero con una reducción de sus  gastos, con lo que contribuiría a amortiguar el efecto del mismo. Pero los daños de la tormenta Noel le demandan más gastos para la reconstrucción de la infraestructura averiada. Así como en el fuego cruzado cualquier paso es determinante de la posibilidad de sucumbir al mismo, así también la política fiscal del Gobierno debe ser ahora más prudente y afinada. El gasto público no debe producir presión sobre las importaciones, pero también hay que reconstruir carreteras, puentes, acueductos, presas y viviendas de los más pobres. Pero si el aumento del gasto público es limitado a la disponibilidad de préstamos blandos de largo plazo, se podría asegurar un financiamiento del aumento de las importaciones y no se deterioraría la situación fiscal de corto plazo. Sería una forma de por lo menos reducir la intensidad del fuego cruzado.

Segundo Tiro
Si los vientos de la tormenta Petrolera que azotan la economía son más sostenidos y permanentes que los de Noel, entonces los daños de la primera serían enormes comparados con los de la segunda. Si el precio del petróleo permanece en sus niveles actuales durante todo el próximo año, el monto de esas importaciones podría aumentar más rápido de lo que lo ha hecho en los últimos tres años. En ese escenario las remesas, el turismo y las demás exportaciones también deben contribuir a amortiguar el choque petrolero y su impacto en una posible disminución del ritmo de crecimiento de la economía y de un aumento del déficit con el exterior. Pero si se mantiene el actual esquema de política económica, y si la estabilidad de precios y un tipo de cambio real competitivo logran aumentar la inversión en los sectores exportadores, entonces se podría esperar una posterior reparación total del daño de la tormenta Petrolera, y entonces recuperar  y mantener tasas de crecimiento robustas y equilibrada.

Tercer Tiro
No ha sido fácil para el Banco Central mantener controlada la inflación y al mismo tiempo evitar que el tipo de cambio baje hasta un nivel que perjudique las exportaciones de bienes y servicios. Ya se ha dicho que hay muchas estimaciones que sitúan al tipo de cambio de paridad o de equilibrio (el que no perjudica al turismo y a las zonas francas) en las cercanías de 33 pesos por dólar. Paradójicamente, los daños de la tormenta están creando expectativas de reducción del tipo de cambio, dadas las posibilidades de mayores entradas de capitales en forma de remesas, ayudas externas, préstamos blandos y pagos de seguros. Sin embargo, la política monetaria del Banco Central está diseñada para reaccionar a estas circunstancias. Un proceso de capitalización acelerada, una fuerte expansión del plazo de vencimiento de los certificados, y un Programa Monetario que ha tomado en cuenta la necesidad de reacción del gasto publico, son herramientas disponibles para reparar los daños de la pasada tormenta Noel y el actual huracán petrolero.

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