En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Un equivalente a la versión original del teorema macro-económico de la trinidad imposible es el reclamo local de altas tasas de crecimiento (o de creación de empleos), combinadas con bajas tasas de interés y de inflación. Bajas tasas de interés fomentan el crecimiento a través del crecimiento de la inversión y el consumo, pero incentivan la inflación a través del exceso de gasto y de los déficits interno y externo que presionan la tasa de cambio.

Un control estricto de la inflación implicaría un nivel de tasas de interés lo suficientemente alto como para mantener a raya el gasto interno y lograr niveles de déficits interno y externo fácilmente financiable y compatible con la estabilidad cambiaria relativa. Pero en ausencia de presiones inflacionarias, y con fuertes y claros indicadores de profundización de las fuerzas recesivas, muchos bancos centrales de países desarrollados han decidido aplicar políticas monetarias muy flexibles, inyectando gran cantidad de liquidez y colocando la tasa de interés de referencia casi en el cero por ciento.

Segundo Tiro

Se podría formular la versión de la dualidad imposible: no es posible tener una política monetaria flexible con una situación permanente de alto déficit externo e interno. Una situación de alta tasa de interés real, sin presiones actuales y de corto plazo sobre la inflación, y con claros indicadores adelantados de recesión como la caída del crédito privado y la desaceleración de los ingresos tributarios, demanda una flexibilización de la política monetaria.

Pero en una situación deficitaria de las cuentas corrientes externas, la estimulación del gasto resultante profundizaría dicho déficit y colocaría presión sobre la tasa de cambio. Pero si hay equilibrio fiscal y el déficit externo es transitorio y manejable, con fuentes de financiamientos claramente identificadas y que no comprometen la sostenibilidad futura de la deuda externa, entonces se puede flexibilizar la política monetaria sin deteriorar la situación de las cuentas externas. Esta es la situación que muchas veces ha tratado de explicar el Banco Central, y es la que permite que la institución asuma una posición más laxa de política monetaria.

Tercer Tiro

Equilibrio fiscal y un déficit externo a la baja, y con fuentes de financiamiento claramente identificadas, son condiciones necesarias y suficientes para que la flexibilización de la política monetaria no produzca una presión sobre la tasa de cambio. Las entradas de capitales pueden ser más que suficientes para financiar el déficit corriente, tal y como lo contempla la misma proyección de balanza de pagos del Banco Central.

Muestras de que la inversión extranjera se mantiene fuerte son las recientes inauguraciones de grandes proyectos de inversión en el sector turismo. Quienes mantienen escepticismo con respecto a la posibilidad de financiar el déficit de cuenta corriente deberían tratar de explicar las causas por las cuales al 28 de enero el riesgo país (diferencial de los bonos dominicanos con respecto a los de Estados Unidos) había caído en 430 puntos básicos con respecto a la misma fecha del mes anterior, y en cualquier parte del mundo, ese fenómeno se interpreta como un aumento de las probabilidades de crecimiento de las entradas de capitales.

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