En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Padre Nuestro que estás en el Cielo, permite que así como es Santificado Tu Santo Nombre, también se santifiquen los frutos cosechados durante el año que acaba de transcurrir, especialmente la estabilidad de los precios y de la tasa de cambio, porque eso hace posible que el alto crecimiento económico logrado en el año recién pasado produzca abundante bienestar en los más pobres, quienes son los primeros llamados a la herencia de Tu Reino. Santifica también los logros y el alcance de las metas del Programa Macro-económico y del acuerdo con el FMI, porque eso fue posible a pesar de los efectos adversos de la crisis internacional, y aunque aumentó el déficit corriente con el exterior, el mismo fue fácilmente financiado. Y por eso es posible pedirte también que santifique muy especialmente al pletórico y desbordante fruto de las reservas internacionales, y permite que la Sabiduría que reinaba antes que todas las cosas, se derrame abundantemente sobre quienes las administran y disponen de ellas.

Segundo Tiro

Padre, permite que venga a nosotros tu Reino, en este nuevo año y hasta la Eternidad,  y que ese Reino prometido después de la vida terrenal sea temporalmente acompañado de otro reino de prosperidad material, con estabilidad macro-económica y un crecimiento abundante, que permita la plena utilización de la capacidad productiva y del empleo. Hágase Tu Voluntad en toda la tierra, y que ella permita que en la economía local se alcancen todas las metas macro-económicas acordadas con el FMI. Tu sabes que los objetivos de crecimiento y de inflación del Programa son realistas, alcanzables y compatibles con las metas fiscales del Gobierno y de todo el sector público consolidado. Permite que el avance esperado en la gestión del sector eléctrico reduzca sustancialmente la brecha entre ingresos y gastos de las empresas de dicho sector, y que el proceso de capitalización del Banco Central sea asimilado como condición previa y parte del costo de la estabilidad macro-económica.

Tercer Tiro

El pan de cada día ponlo primero en la mesa de los más pobres, durante el año que comienza y siempre. Facilita que se fortalezcan y se amplíen sus fuentes de ingresos, sobre todo las que provienen del trabajo asalariado y por cuenta propia. Permite  que las empresas del sector privado puedan llevar a cabo sus planes de producción, y que también los empresarios asimilen correctamente los objetivos de la política monetaria, la cual ha sido diseñada para que en el presente año aumenten significativamente la producción y el empleo. Perdona las ofensas y los errores que puedan cometer quienes dirigen la política macro-económica, pero también perdona a quienes quizás sin mala intención hacen planteamientos que pueden afectar negativamente las expectativas de los que toman decisiones económicas.

No los deje caer en la tentación del pesimismo, y permíteles entender las razones por las cuales el tipo de cambio se mantendrá relativamente estable y por las que las tasas de interés no serán obstáculos al crecimiento. Concede finalmente los instrumentos y los medios que faciliten que la economía dominicana se vea librada de todos los males de la crisis internacional. Que así sea.

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