En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
No se presagian tempestades cuando soplan vientos suaves. Por eso los aislados incrementos de precios de alimentos, los justificados aumentos en el caso de los combustibles, y los ligeros y quizás infundados aumentos en la tasa de cambio que se han registrado en las últimas semanas, son fenómenos que no guardan relación con los fundamentos macro-económicos, y por tanto no pueden servir de base para presagiar que los objetivos de inflación y de estabilidad cambiaria del Programa Monetario y el Acuerdo con el FMI no serían alcanzados durante el recién iniciado año. Los aumentos de precios internos de algunos  alimentos puede que estén reflejando las alzas en los precios internacionales de algunas materias primas (trigo y grasas comestibles), pero otros se podrían explicar por estacionalidad de los cultivos. Sólo en la medida en que se mantenga un alza permanente en los precios del petróleo se podría esperar aumentos también permanentes en los combustibles, pero el crecimiento esperado de la economía mundial no es compatible con este pronóstico.

Segundo Tiro

Tal y como lo establece el Programa Macroeconómico, la política monetaria está preparada para tomar una posición más neutral durante el año que se inicia. Pero todavía no se ha tomado ninguna decisión al respecto. Los datos de los primeros días del mes de enero reflejan una ligera caída de la tasa de interés activa promedio ponderada (desde 13.62% en diciembre a 13.26% hasta el día 12 de enero), lo que demuestra que los comentarios y rumores de alzas de tasas son completamente infundados. Sólo en la medida en que surjan o se proyecten presiones inflacionarias verdaderas, con fundamentos internos o externos reales, se podría esperar un proceso de ajuste importante en la tasa de interés de política del Banco Central. El Gobierno está comprometido con la ejecución del Presupuesto formulado y aprobado, por lo que no se puede esperar un aumento no presupuestado del gasto público que provoque un endurecimiento compensador de la política monetaria. Las expectativas deben estar en línea con los fundamentos, y lo que se debe esperar es que las tasas de interés se mantengan en niveles compatibles con el crecimiento y el déficit externo contemplado en el Programa.

Tercer Tiro

La flexibilidad de la tasa de cambio ha permitido que la misma se ajuste al alza cuando factores reales así lo demandan. Pero el crecimiento esperado en el Programa está por debajo del potencial, por lo que no se pueden esperar presiones de la demanda interna sobre la cuenta corriente que deban ser atenuadas a través de ajustes hacia arriba en el tipo de cambio. Aunque los precios actuales del petróleo están ligeramente por encima del promedio contemplado en las proyecciones del Programa, es muy temprano para presagiar que durante el año dichos precios estarán significativamente por encima de lo esperado. Pero la flexibilidad cambiaria también funciona a la baja, a menos que el Banco Central intervenga para mantener determinado nivel de la tasa de cambio. No solamente se esperan fuertes flujos de inversión extranjera, sino que tal y como ha sucedido en otros países de la región, una importante entrada súbita de otros capitales no se puede descartar, pues es posible que en vez de tempestades, las brisas ligeras se conviertan en vientos a favor.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas