En la Diana

<STRONG>En la Diana</STRONG><BR>

Primer Tiro

Cuando niegan la existencia de una relación entre el aumento de los préstamos de las instituciones financieras y el crecimiento de la economía, algunos economistas locales (profesionales unos, propagandistas políticos otros), también niegan toda posibilidad de que los aumentos en los préstamos puedan ser destinados a financiar incrementos en la producción de bienes y servicios para la exportación, o nuevas inversiones o nuevas compras de bienes de consumo, y todo el mundo sabe que negar estas posibilidades sería completamente absurdo. El crédito no tendría ningún efecto solo cuando el mismo se destine completamente a financiar el aumento de una actividad que compense la caída de otra, o cuando existan otras alternativas de financiamiento cuya caída sea sustituida por el aumento del crédito. Pero lo normal es que todo o una gran parte de los aumentos del crédito se destine a nuevas inversiones o nuevos consumos. Los fenómenos son como son, y ni economistas ni propagandistas pueden impedir que más financiamiento se convierta en más consumo o más inversión.

Segundo Tiro

Cuando niegan la existencia de una relación entre el aumento de los préstamos de las instituciones financieras y el crecimiento, algunos economistas locales (analistas unos, difusores políticos otros), también niegan la existencia de las ecuaciones e identidades macro-económicas básicas: cuando mejora el saldo de la cuenta de bienes y servicios con el exterior, toda la mejoría en dicho saldo es aumento del PIB, y al mismo tiempo se tiene que registrar un aumento del ahorro y/o una disminución de 13 inversión de la misma magnitud. Si el consumo privado es muy alto con relación al PIB, un crecimiento moderado del mismo puede producir la mayor parte del crecimiento en los ahorros requeridos por las restricciones macro-económicas. El crédito total no solo puede hacer que el consumo privado crezca lo requerido por el ahorro, sino que simultáneamente puede financiar todo el aumento en el consumo público, el cual también es parte del PIB en la ecuación del gasto. Por más que se quiera, ningún analista ni publicista político puede luchar contra el cumplimiento de esas restricciones.

Tercer Tiro

Cuando niegan que el crecimiento pueda ser posible cuando aumentan los depósitos del sector privado más que sus préstamos. Algunos economistas locales (articulistas y comentaristas unos, promotores políticos otros), también niegan que un aumento de los ahorros de los hogares mayores que sus préstamos puede ser compatible con préstamos de las empresas y del Sector Público mayores que sus ahorros. Las empresas casi siempre hacen inversiones mayores que sus ahorros, y por eso también sus préstamos son mayores que sus depósitos, y lo inverso sucede con los hogares. Aunque el Gobierno tenga ahorro, sus inversiones siempre son muy superiores, y también por eso sus préstamos son casi siempre mayores que sus depósitos. Estimaciones preliminares indican que los hogares tuvieron ahorros mayores que sus inversiones. El saldo del ahorro de los tres sectores (Gobierno, hogares y empresas) fue menor al total de la inversión agregada y la diferencia fue exactamente el déficit en el balance de bienes y servicios con el exterior. Aunque lo niega, en articulistas, comentaristas y promotores políticos, la diferencia entre el ahorro y los préstamos de un sector no tiene nada que ver con el crecimiento.

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