En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Mantener un crecimiento cercano al potencial (y una tasa de desempleo en la frontera de la natural), sin deteriorar la sostenibilidad de las cuentas externas y de la deuda pública, y sin perder el control de la inflación, no es una trinidad imposible, aunque siempre será un gran desafío para la política macroeconómica. Parece que algunos analistas locales y ciertos consultores internacionales no han analizado correctamente las cifras de estas relaciones en el caso dominicano, llegando a conclusiones erróneas sobre la evolución de los saldos en la cuenta corriente de la balanza de pagos de nuestra economía. Un crecimiento permanente requiere de una expansión constante de la inversión, y si el ahorro interno no es suficiente para financiar dicha expansión, se producirá un déficit corriente con el exterior, igual al ahorro externo que complementa al interno. El financiamiento externo se produce independientemente de que el tipo de cambio real de la economía se encuentre por debajo o por encima de su nivel de equilibrio de largo plazo. El alto crecimiento genera déficit con el exterior, pero también más empleo y más consumo.

Segundo Tiro

Los que se identifican con el razonamiento macro-económico de que siempre un déficit con el exterior es causado por un tipo de cambio por debajo de su nivel de equilibrio recurren al argumento de que las exportaciones no crecen porque el tipo de cambio no es competitivo, y que en ese caso crece el consumo y no las exportaciones. Nuevamente, si hay más inversión interna que ahorro interno, siempre existirá un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Este déficit, financiado por el resto del mundo, se traduce en mayor crecimiento y empleo. Mientras exista estabilidad macro-económica y un clima de certidumbre, el resto del mundo seguirá dispuesto a financiar la expansión de la capacidad productiva del país, y el nivel de endeudamiento neto con el exterior como proporción del Producto Interno se mantendrá en niveles sostenibles y manejables en el largo plazo. Un déficit permanente con el resto del mundo es sostenible si el Producto crece de forma proporcional al aumento en el endeudamiento neto externo asociado al mismo.

Tercer Tiro

En esta concepción, el tipo de cambio de equilibrio sería aquel que se corresponde con un déficit corriente con el exterior determinado por un crecimiento igual al potencial. Pero si la inversión requerida para mantener y ampliar la capacidad productiva de la economía es mayor que el ahorro interno, el déficit se debe a un exceso de gasto y no a un tipo de cambio real menor al de equilibrio. Si disminuye el valor de las importaciones (mejoría temporal en términos de intercambio), el déficit corriente con el exterior disminuye y aumenta el ingreso, teniendo en este caso que un mayor crecimiento sería compatible con una posible reducción del tipo de cambio real de equilibrio. Dado el carácter transitorio del efecto, en este caso ni tampoco cuando el choque externo es negativo (aumento precios del petróleo) la política macro-económica debe reaccionar haciendo subir o bajar el tipo de cambio. Pero en todo caso la experiencia y las estadísticas enseñan que alto crecimiento es posible con tipo de cambio estable.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas