En la Diana

En la Diana

Primer Tiro
Como en la naturaleza, la estabilidad de un sistema macro-económico depende de la estabilidad de sus componentes. Por eso el concepto de estabilidad que se aplique a la economía dominicana debería definirse tomando en cuenta los equilibrios internos y externos, definiendo el primero como la situación en la que la producción es igual o cercana a la potencial, y el segundo como un déficit corriente con el exterior cuyo financiamiento no aumente el coeficiente de deuda externa. Aunque estas situaciones son influenciadas por la inflación y el tipo de cambio, el equilibrio macro-económico no depende de valores específicos de estas variables. Los mercados entienden que el tipo de cambio se puede mover hacia abajo o hacia arriba, sin que eso ponga en peligro la estabilidad macro-económica. También entienden que en condiciones normales la inflación será positiva, y que una parte de ella es explicada por factores internos y externos no controlables, y que solo cuando la misma sale del rango considerado normal se podrían presentar riesgos de inestabilidad.

Segundo Tiro

Una de las variables de la que depende la estabilidad macro-económica es la demanda interna, la cual determina el equilibrio interno y el nivel de uso de los recursos productivos. La demanda interna también determina la inversión doméstica, y si ésta excede al ahorro que decide mantener el Gobierno y el sector privado, se produce un déficit corriente con el exterior y/o inflación. Pero si hay desempleo y capacidad ociosa, la demanda interna puede crecer sin crear problemas de inflación y sin que el tipo de cambio tenga que moverse, siempre que el déficit corriente con el exterior permanezca en su trayectoria de equilibrio. Como actualmente la economía se encuentra en un estado de transición hacia un crecimiento más moderado, el mantenimiento de la estabilidad de los equilibrios internos y externos requeriría de una menor demanda interna. El ajuste tiene que venir por una menor utilización de la capacidad productiva (y el correspondiente aumento del desempleo involuntario), o por un aumento de la inflación interna mayor que la externa. Pero descenso no es igual a caída, y la política macro-económica tiene poder para minimizar estos efectos.

Tercer Tiro

Aunque la inflación interna todavía es baja con relación al resto del mundo, parece que los teóricos locales olvidan que hay una tercera variable, la tasa de interés, la cual tiene mucha influencia en el comportamiento de la demanda interna. Si la política monetaria del Banco Central determina las tasas de interés de los diferentes plazos, entonces una sintonía fina entre ésta y el gasto público podría determinar un nivel de demanda interna que a su vez determine un nivel de empleo que no acelere la inflación, y que mantenga un déficit corriente con el exterior que sea compatible con la estabilidad del coeficiente de deuda externa. Esa es la esencia de la “estabilidad sostenible”, la cual puede ser garantizada si el gasto público mantiene una demanda interna que acerque el Producto a su nivel potencial, y si la política monetaria determina tasas de interés coherentes con el tipo de cambio real que mantiene el equilibrio externo. Como en el Universo creado, en Macroeconomía, el equilibrio general sostenible del sistema depende del equilibrio parcial de sus componentes.

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