En la Diana
La inflación es casi la mitad de lo que fija el Programa Monetario

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Primer Tiro
No se comprenden las razones por las cuales algunos analistas  y articulistas de periódicos no entienden el cambio de estrategia de la política monetaria. Pero solo habría que tomar en cuenta tres hechos observados para comprenderlo: 1) la inflación anualizada es de apenas 3.68%, casi la mitad de lo que contempla el Programa Monetario del 2009.

Por tanto, la meta de inflación no está amenazada bajo ningún escenario de aumento de la demanda interna. 2) existen indicios más que suficientes de que el ritmo de actividad podría estar por debajo del nivel potencial. Por tanto, si la meta de inflación ofrece el espacio necesario, el deber de la política monetaria es fomentar un mayor crecimiento del producto y del nivel de empleo. 3) si la producción está por debajo de la potencial, y la inflación por debajo de la meta, entonces las tasas de interés deben fijarse de forma tal que se produzca un aumento del consumo y la inversión privada.

Segundo Tiro

Se entiende menos que economistas profesionales afirmen que la política monetaria está disminuyendo la cantidad de dinero disponible. Cuando el crédito bancario y el ritmo de actividad disminuyen, se reduce la cantidad de dinero que la gente quiere mantener en efectivo y en depósitos corrientes. Las medidas recientes debe revertir dicha situación, y los resultados empiezan a observarse. Aunque el efectivo en poder del público ha disminuido como consecuencia de la caída de la demanda de dinero, no hay falta de liquidez, pues  los montos de los sobrantes de efectivo de la banca (depósitos overnight) son mayores a los del año pasado.

Pero si la estrategia de política monetaria del Banco Central es correcta y los intermediarios financieros expanden sus carteras de préstamos, no solamente aumentará la demanda de dinero, sino que también aumentará el ritmo de actividad económica y la economía se colocará más cerca del nivel de pleno empleo, y esa es precisamente el objetivo de la nueva estrategia de política monetaria.

Tercer Tiro

Pero lo que es casi imposible de comprender es la crítica a la decisión de canalizar la disminución del encaje legal hacia préstamos a los sectores de más impacto en las actividades económicas.  Es cierto que el efecto es el de un encaje selectivo, pero el mismo se debe medir sobre los “nuevos préstamos” y no sobre la distribución de la cartera existente al momento de la decisión. Los nuevos préstamos no tienen que distribuirse igual que el promedio de los préstamos previamente existente.

No es posible comprender cómo es que no se comprende que lo que se busca un efecto marginal sobre los sectores de mayor impacto en la producción y el empleo.

No se puede hablar de retorno al encaje selectivo, pues la decisión de los intermediarios financieros es libre, y solo si los nuevos préstamos se colocan en los sectores señalados, entonces los mismos se hacen deducibles del encaje legal.

Como en otras ocasiones, hay discursos en los que cada vez es más difícil distinguir entre la conceptualización analítica y la oposición irracional.

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