En la Diana
La tasa de cambio parece estar cerca de la paridad de equilibrio

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Primer Tiro
En un mercado de futuro (donde se compra a precios de hoy para entregar el producto mañana), las expectativas pueden convertir una mercancía en un activo con posibilidades de ganancias. Si se espera una escasez o un aumento de la demanda, las compras de hoy podrían aumentar, pues el producto se vendería a un mayor precio en el futuro y se obtendría una ganancia.

Una burbuja surge cuando muchos inversionistas y fondos de inversión o de cobertura se forman  expectativas de alzas de precios y aumentan sus compras. Pero si las expectativas no responden a los fundamentos, la burbuja puede explotar en cualquier momento.

Dado que no ha caído la producción mundial de petróleo, y el aumento de la demanda de los grandes países emergentes es insignificante comparado con el aumento de precios, un aumento de la tasa de interés del Banco Central de Estados Unidos y una apreciación del dólar podrían detonar la desinflación de los precios del petróleo.

Segundo Tiro
Si los precios del petróleo y de los alimentos pueden bajar y parte del choque negativo puede ser temporal, las políticas fiscales y monetarias tienen que actuar para que una fracción del déficit con el exterior se financie con capitales internos y externos, y para que disminuya el consumo privado y aumente el ahorro del Gobierno. Pero la utilización de los instrumentos de política económica es un medio para alcanzar el fin: mantener un nivel de inflación bajo, aunque la importada a través del precio de los combustibles tenga que ser tolerada. Como muchos precios están aumentando al mismo ritmo que el de los combustibles, el consumo privado tendrá que ajustarse a un menor ingreso disponible.

Para que no se produzca un sobreajuste a través de la tasa de cambio, y para que la inversión privada también se ajuste a la nueva situación, las tasas de interés tienen que subir, con lo cual se consigue atraer el ahorro externo necesario para financiar la parte temporal del déficit, y disminuir la magnitud del mismo a través de una disminución de la inversión.

Tercer Tiro
El proceso de ajuste macro-económico a través de los mecanismos del mercado es infalible, y las expectativas de empresarios e inversionistas parecen estar bien alineadas con una tasa de cambio que es consistente con el ajuste requerido, y con las posibilidades de financiar el componente temporal del déficit.

La tasa de cambio parece estar muy cerca de la paridad de equilibrio, y su estabilidad relativa tiene que ser consistente también con el proceso de ajuste demandado por el choque petrolero. Los bancos centrales acumulan reservas principalmente para absorber y financiar el componente temporal de esos impactos negativos, y una parte de la mayor restricción monetaria requerida tiene que lograrse con intervenciones orientadas a minimizar la volatilidad del tipo de cambio. El superávit con que debe operar el Gobierno completaría un panorama fiscal y monetario  coherente y consistente, sin nada que ver con las características de un modelo de crecimiento agotado.

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