En la Diana
Las presiones inflacionarias disminuirán a partir del 2009

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Primer Tiro
Aunque es posible que a nivel local se observen efectos rezagados de la crisis financiera internacional, quizás se pueda decir que lo peor ya pasó. El cambio en la situación y las perspectivas de las cuentas externas darían fundamento a este planteamiento: 1) Si los precios actuales del petróleo se mantienen, las importaciones de dicho producto se reducirían en más de mil millones de dólares con respecto a los precios existentes a mediados de año.

2) La inversión extranjera directa se está acelerando, y se proyecta que podría cerrar el año por encima de los tres mil millones de dólares.

3) A septiembre el déficit externo global se había reducido a 261 millones de dólares. Si se mantienen las condiciones actuales, este resultado podría cerrar con números positivos.

3) A septiembre todavía el turismo y las remesas estaban creciendo a tasas cercanas al 5% anual, y no existen evidencias de que los ingresos de estas actividades se reduzcan en términos absolutos. No es lo que pasó, sino la mejoría que se podría esperar.

Segundo Tiro

Según el FMI, a junio el Índice de Tipo de Real Efectivo Multilateral (léase, la tasa de cambio referida a un año base y que toma en cuenta los precios y el comercio del país con todo el mundo) era de 101.29. Dado que cuando dicha cifra es mayor de 100 existe una subvaluación (la tasa de cambio debería ser menor en el exceso de 100), y dado que entre junio y mediados de octubre la tasa de cambio ha subido en más de un 2%, es muy posible que en la actualidad la subvaluación de la moneda nacional supere el 3%.

Si además se toma en cuenta que las cuentas externas están mejorando de manera significativa, y que existen indicios de que la entrada o retorno de capitales del exterior se está acelerando, entonces se podría esperar que las condiciones cambiarias mejoren notablemente, lo que significa que se podría registrar una reducción de la tasa de cambio y/o un aumento en las reservas internacionales del Banco Central. Lo que podría venir es más importante que lo que pasó.

Tercer Tiro

Es bueno repetirlo cuantas veces sea necesario: las presiones inflacionarias podrían disminuir considerablemente a partir del próximo año, creando la holgura necesaria para una flexibilización de la política monetaria y una reducción de la tasa de interés. Tres son las fuerzas que actuarían para lograr tales efectos: 1) La reducción del gasto público y la generación de un superávit primario del 2% del PIB disminuiría el empuje de la demanda interna sobre los precios.

Alguien ha planteado que este efecto se puede multiplicar si el Gobierno aprovecha la coyuntura actual e inicia el desmonte del subsidio a la tarifa eléctrica. 2) La disminución de la intensidad del choque petrolero y la inflación importada que se traspasa a los precios domésticos. 3) La desaceleración del gasto privado y la colocación del ritmo de crecimiento a niveles sostenibles a largo plazo. Nuevamente, es tiempo de pensar en lo que podría venir.

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