Sobre aguas negras o residuales que corren por las calles y cañadas y que en ocasiones también penetran a las viviendas conviven decenas de familias en el sector La Esperanza y Palmarejito, en el distrito municipal Palmarejo, Villa Linda, perteneciente al municipio de Los Alcarrizos.
La situación provoca que los niños y adultos padezcan de enfermedades respiratorias pero en la localidad no existe siquiera un dispensario del Ministerio de Salud Pública para atender a los enfermos.
Apolinar Núñez atribuye la situación a la falta de un sistema de alcantarillado sanitario, por lo que cuando llueve navegan sobre las aguas negras y para poder salir tienen que ponerse botas de goma.
Marcelina Germán, presidenta de la junta de vecinos La Esperanza, narra que en ese lugar los niños caen con enfermedades como dengue y hasta malaria y con frecuencia sufren de vómitos, diarrea y fuertes de dolores de cabeza, debido a que viven entre las aguas residuales.
Precisa que la cañada baja desde la autopista Duarte y en ella están conectadas tuberías de todas las viviendas y establecimientos que la rodean, convirtiendo en un calvario la vida de quienes habitan en la parte baja.
Germán recuerda que en enero pasado varios niños tuvieron que ser ingresados en el hospital Vinicio Calventi, en Los Alcarrizos, afectados por la malaria, una enfermedad que se creía desaparecida desde hace años.
Dijo que el 13 de marzo pasado representantes de la comunidad se reunieron con autoridades de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) y el director del distrito municipal, San Son Abel, pero que este último no ha cumplido con un levantamiento que se le encomendó.
Ingenieros de la Caasd han ido en ocho ocasiones con miras a resolver el problema pero no han comenzado los trabajos porque San Son no ha cumplido.