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Al registrar “La Estancia de Lata” (Hoy/Areito/05.08/2017), advertíamos la memorable entrega de HRSURIEL en el Museo de Arte Moderno como la exposición individual más lúcida y axiomática de la primera mitad del calendario expositivo de ese año en Santo Domingo. Mas, lo que antes no fue suscrito es lo que ahora se establece y reafirma al filo del desaire, la convicción y la justicia: “La Estancia de Lata” profetizaba el corpus opus personal de mayor virtuosismo disruptivo y más capacidad reveladora que haya producido un creador visual dominicano a lo largo de la segunda década del siglo XXI.
El cuerpo expositivo de “La Estancia de Lata”, cortaba en el 2017. Entonces, puesto que el proceso creador es esencialmente subjetivo, se impone calibrar con mirada atenta, responsable y despejada, los penúltimos efectos de su reconcentrado y silencioso ejercicio de taller; la tesitura del oficio; el enfoque resolutivo multidisciplinario; la integridad del dominio de los cimientos conceptuales del hecho plástico y la asombrosa sutileza del “sabor de la iluminación”, o lo que es lo mismo: los altos niveles de “esquizia”, “hipertensión” y libertad creadoras con que HRSuriel supera cada una de sus etapas productivas anteriores. Desde luego, todo esto a través del progresivo y brillante cuerpo de obras que logra facturar durante los últimos dos años.

Fraguada sobre un epígrafe tan “belicoso” y especializado como sumario e intrigante: “CASA BALÍSTICA”, esta producción integra una serie de pinturas, collages, ensamblajes y reacciones simbólicas sobre tela, papel, metales y madera, capaces de certificar un salto radical y efectivo de HRSuriel sobre sí mismo en términos de imaginación, creatividad y especialización productiva. Precisamente, esta última observación se confirma ante la impactante exposición que, desde la noche del pasado jueves 1ro. de agosto, se despliega y resplandece en los espacios expositivos del segundo nivel de la Galería Nacional de Bellas Artes.

La efectiva espectacularidad del despliegue museográfico, ejecutado por Miguel Ramírez sobre un diseño del propio HRSuriel, deviene equiparable a los óptimos resultados de los curadores: Marianne de Tolentino, directora de la Galería Nacional de Bellas Artes, y Odalis G. Pérez, director de la Escuela de Cine de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. El núcleo medular de “CASA BALÍSTICA”, incluye una serie de propuestas estéticas y contra-estéticas en las que HRSuriel reafirma otra vez su distintiva capacidad para renovar su técnica; sus códigos estético-ideológicos y sus propios registros plásticos, matéricos, espaciales e imagéticos. Entre estas obras, resaltan las tituladas “Country House: La eterna Santa Cena”; Animal Kingdom: Tecnológica infancia”; “Carry Back: Nuevo Calvario. La calle se cierra”; “Hill Gail: Palimpsesto I”; “Swale: Gestos”; “Mine that Bird: La otra España”; “Pleasant Colony: Repetición y cuerpo”; “Twenty Grand: Durísima Trinidad” y “Count Turf. Alegorias de falsos ingredientes”.

Marianne de Tolentino señala la particular complejidad y riqueza metafórica como signos distintivos del extracto articulador de “CASA BALÍSTICA”: “HRSuriel, construye un conjunto pictórico descomunal, un monumento creativo en apariencia inmediatamente legible, pero cuya gran complejidad interpretativa pronto percibimos. No sólo él cambia la escala, sino la eleva a una dimensión alegórica, el espacio se anima de personajes y/u objetos, el lienzo vacío y desalmado se convierte en una atmósfera real-simbólica, poblada de signos, de figuras, de letras, de cifras, de firmas, de mensajes. Curiosamente irradiante, la sombra inunda el interior, una corporeidad o varias se implantan, un protagonista se hinca emblemáticamente, una máscara protectora va y viene” …

Entre las obras de mayor impacto expresivo, destaca “Count Turf. Alegorías de falsos ingredientes”, una estremecedora reacción pictórica en acrílica sobre aluminio con medidas de 104”x62”, cuya imagen representa un grupo de seis espectros grises, ataviados con chalecos antimotines y máscaras antigases, emergiendo en su icónica y patética frontalidad sobre una superficie monocromática de atmósfera calcinada, tóxica, tétrica y perturbadora. Sobre el primer plano del metálico espacio fictivo, el artista remata desde su ética crítica y vital en clave de epigrama: “La vanidad, la ignorancia, el poder y el ego, son los cuatro ingredientes principales para cegar y ensordecer al hombre” … En realidad, se trata de una obra que, en primera instancia, habremos de confrontar como prueba fragmentaria de la espléndida semiosis dantesca y esteparia que suscita HRSuriel desde el profuso, reactivo y fascinante torrente imagético que desborda su “CASA BALÍSTICA”.

En síntesis

Hugo Rafael Suriel Suazo
HRSURIEL (Hugo Rafael Suriel Suazo), nace en Santo Domingo, el 27 de marzo de 1979. Desde temprana edad, fue tocado por la magia del arte y sus diversas formas de creación. Abandona sus estudios de arquitectura y medicina, para asumir sus propias búsquedas estético-filosóficas, reveladoras de múltiples e insólitos territorios imaginarios. “CASA BALÍSTICA”, compuesta por más de 40 obras, entre pinturas, esculturas, collages, ensamblajes y reacciones instalativas sobre tela, papel, metales y madera, permanecerá abierta al público en el Salón de la Cúpula y las galerías laterales del segundo nivel de la Galería Nacional de Bellas Artes hasta finales de septiembre en horarios de martes, miércoles y viernes, de 10:00 de la mañana a 5:00 de la tarde; los jueves de 10:00 de la mañana a 9:00 de la noche, y los sábados y domingos de 12:00 del mediodía a 6:00 de la tarde.