En la Galería Nacional de Bellas Artes ¡PEDRO JOSÉ GRIS: Explosivo y excesivo desde sus “Ventanas de Placer”!

En la Galería Nacional de Bellas Artes ¡PEDRO JOSÉ GRIS: Explosivo y excesivo desde sus “Ventanas de Placer”!

Hasta finales de julio, en el Salón de la Cúpula de la Galería Nacional de Bellas Artes se mantiene abierta la impactante exposición titulada “Gris Ventana de Placer”, compuesta por más de 80 obras, entre pinturas y collages, del destacado escritor y artista visual dominicano Pedro José Gris. Se trata de la cuarta exposición individual de este artista profundamente inquieto y polifacético cuyas obras recientes no sólo se constituyen en una prueba elocuente de su capacidad creativa, sino también en una demostración ciertamente de su excepcional talento a la hora de la transmigración entre las inefables latitudes de la textualidad poética y la reactiva matericidad del hecho pictórico.

Desde mediados de la década de los 80 del siglo XX, Pedro José Gris se proyecta como uno de los principales renovadores de la poesía dominicana. Sin embargo, en los últimos 15 años, su espacio creacional, entre la poesía, la pintura y la multimedia, reafirma su vitalidad desde sus profundas convicciones estético-filosóficas. En la mayoría de las obras que integran la exposición “Gris Ventana de Placer”, Gris utiliza un impresionante repertorio de materiales y recursos expresivos, tales como la tela, el papel, el cartón, la cartulina, el óleo, la tinta, la acrílica y el pastel al mismo tiempo que procede con brillantez y exquisita sensibilidad mediante los recursos expresivos del collage y el “action panting”.

Explosivo, delirante, existencialmente lúdico y líricamente “excesivo”, con estas obras, Pedro José Gris nos entrega una de las propuestas más libre de la pintura dominicana contemporánea. Su condición de “nuevo vidente” y su enfático compromiso con la informalidad le permiten asumir un proceso creativo automático y eminentemente catártico que cristaliza de manera rotunda y espléndida en la irracional estructuración del espacio visual, en la energética policromía y en el expansivo caudal imagético que arde en la misma superficie pictórica.

Aunque en estas obras recientes de Pedro José Gris se aprecian sus remisiones metafóricas y reflexivas sobre lo físico y lo metafísico; lo telúrico, lo real y lo no real; el ecocidio y la sociorrealidad (incluyendo las arquitecturas, rituales y mitologías del absurdo y el caos cotidianos en el Caribe Contemporáneo); el sueño, lo sicológico, el movimiento, el ritmo; el cuerpo y la sexualidad como espectáculos, además de lo material, lo visible y lo invisible, por su intrínseca polivalencia significativa, su propuesta pictórica se abre a una fascinante y enriquecedora multiplicidad de lectura.

En la poética textual (“Las Voces”), así como en la práctica pictórica reciente de Pedro José Gris se materializa con gracia inevitable su pensamiento dialéctico sobre el “salto de la cantidad a la calidad” en todas las cosas: “Somos criaturas clausuradamente subjetivas, ensimismadas, y el lenguaje es nuestro impostor, nunca signa exactamente lo que somos, vivimos o sentimos, sino que él mismo elabora (o en él se efectúa) una versión de nuestros acontecimientos de conciencia que a nosotros mismos nos suele parecer reveladora por infiel, convincente y verdadera. En la lengua se mimetizan nuestras experiencias reproducibles y se crean universos reflejos que inexplicablemente simbolizan nuestro mundo interior, por lo que hemos vivido pero no exactamente lo que hemos vivido… La lengua no es infiel y a su manera impone su compulsiva razón propia”…

Las “Ventanas de Placer” de Pedro José Gris son las mismas puertas de percepción de las cuales nos hablara con genial brillantez William Blake (1767-1827), el más profundamente místico entre los poetas y artistas ingleses de la segunda mitad del siglo XIX. “Si las puertas de la percepción quedaran depuradas, todo se habría de mostrar al hombre tal cual es: infinito”, sostenía Blake. Y de igual forma, a Pedro José Gris, estas ventanas de percepción se le abren en “el trance” de su proceso creativo.

Ahora bien, en la poética pictórica de Pedro José Gris lo íntimo se vuelve totalidad, iluminación y desasosiego. Y lo que nos muestran sus obras recientes es que los efectos de su práctica creativa requieren de mucho más que de la opinión de la crítica desprevenida, estresada y “chivirica” para su compresión y justa valoración en el contexto artístico y sociocultural dominicano de la actualidad. Desde mi particular punto de vista, en su elaboración simbólica, a unos niveles sublimados, de una serie de cuestiones esenciales como la noción de la vida, la muerte, el pensamiento, el deseo, el placer, el dolor, el miedo, la sexualidad, lo insólito y lo ontológico, PJG nos enfrenta a las claves reveladoras de la vitalidad que signa las penúltimas travesías de la ruptura en la pintura dominicana contemporánea.

“Gris Ventana del Placer”, estará exhibiéndose hasta el 27 de julio en el Salón de la Cúpula de la Galería Nacional de Bellas Artes del Palacio de Bellas Artes, localizado en la avenida Máximo Gómez, esquina avenida Independencia. El horario de visita es de martes a domingos. Los martes, miércoles y viernes de 10:00 de la mañana a 5:00 de la tarde. Los jueves de 10:00 de la mañana a 9:00 de la noche y los sábados y domingos de 12:00 del mediodía a 6:00 de la tarde.

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