Por favor, intervenga señor Presidente

Por amor a Dios solicito al  señor Presidente de la República intervenir en el caso de la Iglesia Evangélica Puerta de la Misericordia, ubicada en los frentes del Jardín Botánico.

Esta congregación, que cuenta con una membresía considerable, tiene más de 20 años en esta comunidad enseñando la Palabra y orientando a familias y a jóvenes. Su labor ha sido muy saludable y beneficiosa.

Sin embargo, desde hace un tiempo, los hermanos y la pastora, la señora Inés Espíritusanto, viven en un estado de zozobra y de incertidumbre por el impasse creado con la abogada dominico-venezolana Rhina Marcano, quien afirma ser la propietaria real de los terrenos donde está la iglesia.

Pienso que el enfoque no debe concentrarse en determinar quién es el que tiene la razón, sino en resolver esta situación.

La mejor solución no debe ser la desaparición de la congregación.

Lo que más necesitan las comunidades es el pregón de la Palabra bendita y gente orando a favor del progreso y la detención de los males que nos afectan.

Sería un hermoso mensaje a la nación ver que el Presidente o una autoridad competente resuelva esta situación.

El Estado debe intervenir porque de seguro que esos feligreses y su líder no tienen los recursos para nuevos terrenos y para la construcción de otro templo.

No es una  inversión del otro mundo, pero sí difícil para esos creyentes humildes.

Duele ver un templo casi tirado al suelo en un país donde hay tanta maldad, violencia, drogas y delincuencia.

Sólo hace falta una pequeña cuota de voluntad para que la tranquilidad vuelva no sólo a los miembros de esa iglesia, sino a toda la comunidad de creyentes que a nivel nacional vemos con preocupación el caso.