Taipei. EFE. En la cibernética isla de Taiwán, donde confluyen la cultura china, japonesa y occidental, el jamón, fuera de unas pocas tiendas especializadas para extranjeros, no es exactamente lo que parece.
En Hsimenting, un distrito comercial de Taipei muy frecuentado por jóvenes, y en la zona cercana a la estación ferroviaria, en pleno centro de la capital isleña, hay varias tiendas donde se vende jamón.
Cuando llegué a Taipei y vi jamón en una tienda, no tardé ni un segundo en comprarlo, pero cuando traté de comerlo, casi me dejo los dientes, y me saló la boca, dijo a Efe Antonio Martínez, un español de visita en la isla.
El jamón taiwanés es idéntico en apariencia al español, pero no se come crudo, sino que sólo se utiliza para los guisos y contiene más sal que el serrano.
Lo salamos durante varios meses en un frigorífico y luego lo secamos al aire, explica Chang Xi-ming, propietario de una tienda de jamón y pescado salado en Hsimenting.
Al comentarle que en España y otros países el jamón se toma después de curarlo y sin cocinar, se asombra.
Aquí sólo lo utilizamos para cocinar, señala Chang, que además vende chorizo y morcillas taiwanesas y pescado salado, siempre para guisos.