Para poder bajar las altas tasas de mortalidad neonatal que tiene la República Dominicana, médicos y enfermeras del principal hospital de maternidad de Santo Domingo, Nuestra Señora de La Altagracia, hacen un esfuerzo extraordinario para que puedan sobrevivir niños prematuros y con numerosas afecciones.
Tal es la deficiencia del sistema de salud para bajar esta mortalidad, que el referido centro dispuso la creación de dos salas, con 25 camas cada una, y un personal de 136 médicos ayudantes, residentes y enfermeras.
En el país el 80% de las muertes infantiles ocurren durante el primer mes de vida, asegura el doctor Luis Rivera, director de la Unidad de Perinatología de ese centro, quien destacó además que la mayoría de las madres de esos infantes son adolescentes.
De acuerdo con las estadísticas locales, de cada 100 niños que nacen, once son prematuros y la mayoría son hijos de madres adolescentes que tienen entre 13 y 19 años.
Alta inversión. Las autoridades estiman que en el país nacen casi 3,000 bebés con bajo peso, lo cual tiene un alto costo para el Estado.
En un niño prematuro y desnutrido se pueden gastar hasta un millón de pesos al mes pues la alimentación es vía venosa y ameritan antibióticos que tienen un alto precio, aseguran los perinatólogos.
Los que tienen afecciones respiratorias necesitan de la administración de Surfactante, un fármaco para fortalecer los pulmones.
En el sector privado el frasco de este medicamento tiene un costo aproximado de RD$30 mil.
Implicaciones. Aún no ha sido posible impactar las altas cifras de muertes neonatales durante el primer mes de vida. A nivel nacional se habla de una tasa de 24 muertes por cada 1,000 nacidos vivos. Para los perinatólogos de la Maternidad La Altagracia, no se ha podido bajar la alta mortalidad porque no hay programas dedicados a disminuirlas.
Satisfacción
Para los perinatólogos y enfermeras que trabajan en esa área de la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia su mayor satisfacción es devolver la vida a niños que, sin esa atención, formarían parte de las estadísticas de mortalidad.
Trabajamos a tiempo completo, no tiene precio salvar estos niños de la muerte, dijo la doctora Auri Javier, residente de Perinatología.
La doctora Idelis Matos, médica ayudante de esas dos salas, valora la dedicación de médicos y enfermeras para salvar las vidas de estos niños.