FIDELIO DESPRADEL
Quiero referirme a varios temas, extraídos de los acontecimientos diarios de las últimas semanas: «Bosch (el profesor) sabía que el pueblo dominicano había sido sacado violentamente del rumbo por el cual, al ganar las elecciones de diciembre de 1962, lo había encaminado.» Estas son parte de las palabras de mi amigo Euclides Gutiérrez, en el acto celebrado en la UASD para conmemorar el 40 aniversario de la obra de Bosch, «Crisis de la democracia de América en la Republica Dominicana».

En otra parte, Euclides planteó que «para Bosch la democracia no era una palabra hueca, altisonante, reiterada ante un pueblo como este, sino: trabajo, salud y educación».

Como en mi anterior articulo, continuando la comunicación con el sector serio de aquellos y aquellas que votaron por el doctor Fernández, les planteo que traten de preguntarse: ¿Cuál era el rumbo que se venia perfilando en aquellos anos para el país de todos los dominicanos y dominicanas?; ¿Qué sectores sociales torcieron «violentamente», como dice Euclides, ese rumbo posible?, ¿Cuáles han sido las consecuencias?, ¿Qué Rumbo debemos retomar, en base a nuestra lucha?, y ¿Qué sectores sociales deben ser desplazados del poder para poder retomar aquel rumbo posible?

Y les pido a estos sectores sanos del PLD que vinculen esas interrogantes con la noticia que nos trae la primera pagina del periódico Hoy, dos días atrás, cuando el mismo vicepresidente de la republica dice que: «El 40% de los ingresos del Estado (en el próximo presupuesto, F.D.) estarán destinados al pago de la deuda externa». Dicho en lenguaje que se pueda entender: que los mismos sectores sociales que torcieron violentamente el rumbo del país, 42 anos atrás, han terminado imponiéndole a la Republica Dominicana un modelo en donde el grueso de los impuestos que pagan todos los ciudadanos y ciudadanas, se utiliza para pagar la deuda externa. ¿Cómo puede priorizarse la educación, la salud y el trabajo, en un modelo de este tipo? ¿Qué debemos hacer entonces? ¿Acaso le echamos la culpa a un grupo de funcionarios?, o apuntamos hacia los sectores sociales responsables de este modelo y que se benefician del mismo?

Y les voy a aportar dos datos más para contribuir a que los peledeistas serios afinen la puntería: ¡Aquí van los datos! Perdida en uno de los párrafos de una información económica que apareció en el periódico hoy bajo el titulo de «Posponen capitalización de la banca», dice lo siguiente: «Una de las medidas flexibilizadoras fue la aprobación por parte de la Junta Monetaria (dominada por los dueños del País, F.D.), al final del anterior gobierno, de una norma que modificó la calificación de cartera».

«Esto redujo los requerimientos de provisiones de los bancos, ya que muchas empresas que tenían un buen historial de pago, estaban mal calificadas porque sus estados financieros no eran buenos.»

¿Saben lo que quiere decir esto, en buen castellano? Que los patriotas de la Junta Monetaria legalizaron el robo que le hacen los dueños del país, que año tras año, presentan estados financieros «no buenos» (falseados, F.D.), para que sus dueños no paguen el impuesto sobre la renta. O sea, si cada banco necesita mas dinero para las reglas de su capitalización, porque el grueso de las empresas (de los dueños del país) engañan al gobierno y al país, presentando estados financieros falseados, donde no aparecen sus superganancias, entonces, la santurrona Junta Monetaria, en vez de exigirle a los bancos estados financiero reales, lo que hace es «flexibilizar» esta medida, para beneficiar a los que le roban al país a través del impuesto sobre la renta y a los bancos cómplices, que aceptan estados financieros «malos», que si ellos creyeran que son reales, no le prestarían «ni un chele» a estas famosas empresas. ¿Quiénes creen ustedes que son los dueños de estas empresas que presentan «estados financieros no buenos»?

¡Un robo legalizado! ¡Miles de millones de pesos en impuestos, que le roban al país: a la educación, la salud y al trabajo. ¿Y quienes son los autores de estos robos? La Junta Monetaria, las cúpulas de los grandes bancos y los dueños de las grandes empresas.

Otro ejemplo: Dice mi amigo Miguel Cocco, que los grandes importadores han dejado de pagar alrededor de 100,000 millones de pesos, y que él los va a cobrar en los próximos dos años. ¡Cien mil millones! ¿Qué dice la Suprema Corte? ¿Qué dice el flamante congreso? ¿Qué dice el gran «concertador»? A los peledeistas serios les digo: ¡Piensen en el Modelo que nos han impuesto! ¡Piensen en los sectores sociales que han impuesto este modelo y que se benefician de ese modelo! ¡Apunten a la raíz de nuestros males! Si así lo hicieran, de seguro que nos encontraríamos luchando en la misma trinchera. ¡Y podríamos entonces soñar con: ¡Cambiar el rumbo del país!